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jueves, 3 de junio de 2010

Pintores malditos: Egon Schiele






























Arriba Valerie (Wally) Neuzil, 17 años. En la parte inferior, de izqierda a derecha, Edith y Adele Harms. La primera vivió una relación sentimental con el pintor austriaco con el que huye a Krumau, sustituyendo el ajetreo de Viena por la placidez del campo. Egon retrata a su amante compulsivamente y no teme exhibirse con ella ante la escandalizada mirada de los lugareños. Para colmo, comienza a pintar a los niños y adolescentes que se acercan a su casa. Los retrata desnudos, o en actitudes consideradas obscenas por las mentes bienpensantes. Schiler termina con sus huesos en la cárcel, acusado de pornógrafo, y debe asistir a la quema de algunos de sus dibujos. Cuando es puesto en libertad, recoge sus cosas y, auxiliado por su amigo Klimt, regresa a Viena.
Algo más tarde conoce a las hermanas Harms, las corteja y las convierte en sus modelos, aunque algunos estudiosos sostienen que mantenía relaciones con ambas. Es con Edith con quien termina contrayendo matrimonio en 1914. Cuatro años más tarde, la gripe española hace estragos en Europa y se lleva por delante a Edith, embarazada de seis meses. El pintor sólo le sobrevivió tres días. Murió a los 28 años.
Y nos dejó su obra. Cuánto desamparo, soledad, desvalimiento cabe en estos retratos tachados de "pornográficos"? Cuánto temblor en esta piel desnuda? Dónde la obscenidad de estos cuerpos que se muestran ante nosotros impúdicos, procaces, tan vulnerables? Todo ternura.

http://www.google.es/images?hl=es&q=egon+schiele&um=1&ie=UTF-8&source=univ&ei=zBEKTOLwJIrH4gaVirBz&sa=X&oi=image_result_group&ct=title&resnum=1&ved=0CC0QsAQwAA

1 comentario:

  1. Hay quien pintando crea espejos, y hay quien no puede soportar verse reflejado.
    Aun así prefiero a estos antes que a quien mira como quien observa el infinito, se queda con los detalles del marco y asiente con expresión vacuna en su rostro.
    Pero el afortunado de verdad es el que ve, y ama lo que ve. Y sabe que es lo que ve.

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