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jueves, 10 de junio de 2010

Daniel Mordzinski y tres poetas

Aprovecho estas espléndidas fotografías de Daniel Mordzinski, que expone estos días en el Instituto Francés de Madrid, para recordar alguno de los textos de sus modelos, tres hermosos poemas de amor.




Ya que navegas por mi sangre y conoces mis límites
y me despiertas en la mitad del día para acostarme
en tu recuerdo y eres furia de mi paciencia para
mi dime qué diablos hago por qué te necesito quién
eres muda sola recorriéndome razón de mi pasión
por qué quiero llenarte solamente de mí y abarcarte
acabarte mezclarme a tus huesitos y eres única
patria contra las bestias el olvido









Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
mo sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

2 comentarios:

  1. Maravilloso Benedetti... sobran los comentarios; solo leerlo, releerlo y no olvidarlo.

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  2. Me huele una mujer en todo el cuerpo...
    No es así el poema?
    Creo...

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