Resulta siempre emocionante ver teatro en La Casa de la Portera. En un espacio tan reducido, veinte espectadores sentados en un banco corrido pegado a las paredes de una habitación angosta, en cuyo centro se desarrolla la obra, dota al espectáculo, cualquiera que sea, de una enorme potencia. Si estiras la mano puedes tocar a los actores; les oyes respirar, y resulta imposible sustraerse a la conmoción que sus emociones provocan. Hace unos días fui a ver Animal, un texto escrito y dirigido por Rubén Ochandiano, interpretado por tres jóvenes actores sobresalientes: Tamar Novas, María Vázquez y Alejandro Casaseca.
A mi modo de ver, lo más flojo del espectáculo fue el propio texto. Creo que es el primero de este joven actor y director, que ya ha demostrado su talento en esos campos, pero que aún está muy verde en lo literario. La propuesta es interesante y valiente, pero de desarrollo en ocasiones errático e inconexo, tan inverosímil que te separa de la acción. Pero son fogonazos. Merece la pena hacer abstracción de ello, dar por buena su propuesta y centrarse en el desarrollo de los personajes, tres actores poderosos interpretando a otros tantos seres atormentados, incapaces de enfrentarse con humanidad a la tragedia. Animal habla de pasiones descontroladas, de violencia y sangre, de oscuridad y muerte.
Os aconsejo acercaros, aunque solo sea por comprobar lo que el talento y la imaginación es capaz de crear, pese al asalto a mano armada que estamos padeciendo.
Es verdad Sol, este tipo de salas crean un ambiente muy particular y las puestas se potencian muchisimo.
ResponderEliminarEn Buenos Aires, donde vivo, hay muchas de este tipo, Timbre 4, La Carpinteria, El porton de Sanchez, El kafka, etc, con muy buen teatro.
Quizas algun dia puedas darte una vuelta por alguna de ellas y yo por la casa de la portera.
Un abrazo!
No sabes cuánto me gustaría! Estoy deseando conocer BsAs. Algún día. Un abrazo Tomas,
EliminarHe visto la obra esta noche, es cierto que el texto puede llegar a ser un pelín flojo, incluso repetitivo en algún momento, pero los actores lo bordan, en especial María Vazquez a la que había visto en alguna serie televisiva pero que hoy me ha impresionado, vale la pena ir a verla, se pasa un buen rato y la sala merece la pena.
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