"Lo pensó tanto, que se le hizo tarde, y ahora se pregunta cómo desprenderse de todos los anclajes que la fijan al suelo. Se siente apresada. En cualquier caso, cuándo ha intentado imaginar cómo sería el mundo que desea, nunca ha llegado a darle una forma precisa. Seguramente, no saber qué forma, qué figura ponerle a lo que deseas, se corresponde con la falta de ambición. Sientes la incomodidad de lo que te rodea, el desagrado de ti misma, pero no sabes qué puedes poner a cambio, con qué puedes sustituirlo, y eso te paraliza. Cuando piensa en dejarlo todo atrás, piensa en sus hijos, en su marido, en su padre, en su abuela, su casa, sus amigas, sus libros, sus muebles, pero nunca incluye a José María. No piensa ni en irse con él ni en dejarlo. José maría es ninguna parte, no man's land, está en lugar de nadie. No existe, no está en su vida ni fuera de ella, es una no forma, un deseo sin figura, más bien solo cuerpo, del que no consigues extraer la suficiente trascendencia como para apoyarte en él, tomar impulso y saltar. José María es - aunque suene poco pudoroso- el aporte proteínico (no confundir con proteico) que la ayuda a combatir el desánimo, más bien dietética que ética o estética. Su relación con él, que, en apariencia, se diría una transgresión de la vida burguesa que lleva, en realidad es solo una forma de resignación de quien no se ha atrevido: adaptabilidad, aceptación del medio. Aceptar que no hay nadie que reuna lo que ella busca y necesita; que se precisan varias piezas para completar satisfactoriamente el dibujo de un rompecabezas. Al fin y al cabo, formas más o menos encubiertas de renuncia. La búsqueda del absoluto, deslegitimada."
Estos inmersa en la lectura de Chirbes. Fascinada. Literatura con mayúsculas.
Joder, qué precisión.Estoy más cerca de leer a este hombre.
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