"Tocata y fuga", de Aurelio González Ovies

"Un libro es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora..."

Entrar en una librería es algo excitante, un lugar mágico lleno de tesoros que me atrae irresistiblemente. Mi perdición. Compro muchos más libros de los que me da tiempo a leer, pero no me importa. Los voy acumulando, sé que me esperan y, tarde o temprano, me hablarán.

Muy cerca de mi casa, en Gijón, hay una Casa del Libro que visito siempre. Me gustan las librerías pequeñas y las grandes, husmeo en las vitrinas, pregunto por las ediciones de bolsillo de los autores que sigo, me pierdo en los estantes de poesía a la caza de algún poeta desconocido. Y en esta ocasión me llevo la gratísima sorpresa de encontrar el ejemplar que hoy os traigo, adorable para mí por varios motivos. Porque conozco a Ovies, un poeta notable cuyo trabajo siempre me conmueve; porque me hago con un libro de un escritor asturiano inencontrable en cualquier otro punto de nuestra geografía; y porque está publicado por una editorial de la que formé parte durante muchos años, en cuyo nacimiento participé, extraordinariamente dirigida por Juan Carlos Villaverde. Una editorial que fue una joya de exquisitez y buen gusto literario.

Arranca el poemario:

Juro que no he perdido
la esperanza.

Todo es posible
hoy
desde mis ojos.
Todo lo que no encuentro,
todo lo que no alcanzo,

hoy,
-lo juro, sí-
será palabra.