Pero a veces el dibujo existe por sí mismo, no se trata de un ensayo, sino de una obra concebida desde el principio como tal. Así me parecen los que se muestran en la exposición de la que os hablo, y en la que he encontrado algunas piezas realmente extraordinarias de pintores a los que admiro hace años. Abro con uno de ellos, Melquiades Álvarez, que firma Rocas y reflejos en 1983 y Todos pasan, abajo a la izquierda, en 2005. Creo que se trata de uno de los pintores vivos asturianos más sobresalientes, al igual que Pelayo Ortega, al que pertenecen estas preciosas Semblanzas de Gijón que os muestro abajo a la izquierda.
Distinto carácter tienen los dibujos que veis a la derecha; arriba, los Cuadernos desplegables de Juan Suárez Botas, de 1992 y, debajo, el Cuaderno verde de Antonio Suárez, uno de nuestros pintores más sobresalientes al que he traído en varias ocasiones a Mi casa. Estos apuntes me han maravillado. A su izquierda, Historia de España, de Orlando Pelayo. Conocí a Orlando y tuve la oportunidad de entrevistarle hace años. Recuerdo su pasión por la pintura, siempre algo atormentada.
También me deparó la exposición alguna sorpresa. Pero eso os lo mostraré en otro momento.
Feliz y esperanzado cumpleaños, Sol.
ResponderEliminarBeso-Rosa.
Muchísimas gracias, querido. Cómo lo sabías? Las noticias vuelan. Acepto encantada tu beso y tu rosa.
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