El cuerpo revelado es el título de la exposición organizada en el pabellón Villanueva del Jardín Botánico de Madrid, con una selección de los fondos de la colección Alcobendas de fotografía, una colección magnífica que reune a un buen número de los mejores fotógrafos españoles vivos.
Abro con Autorretrato, de Gabriela Grech, una obra de 1994, y continuo con dos imágenes de un conjunto de ocho, realizadas entre 1992 y 2002 por Pere Formiguera. La serie lleva por título Ariadna y Pau, y recoge la transformación de los cuerpos de los modelos, de la adolescencia a la madurez. He elegido, para traer a Mi casa, la primera y la última.
Me gustó especialmente esta fotografía de Alberto García Alix, Ella en los jardines de la Alhambra, de 1989. La obra de este fotógrafo siempre me resulta fascinante. Tiene hondura y poesía, una verdad desgarradora, una tristeza que siempre me conmueve. Incluso cuando se muestra más agresivo me inspira compasión y ternura. Todo ello, además de la pura belleza. A la derecha, otra maestra de la fotografía, asidua a Mi casa, Cristina García Rodero, con El espejo del cielo, de 1991.
De Alfonso Herraiz os muestro Ofelia muerta y La herida luminosa, de su serie El ángel exterminador, de 1992. Me atraen siempre las reinterpretaciones de la Ofelia de Millais, y me gustan estas fotografías exactamente por lo contrario por lo que me interesan las de Rodero o García Alix: su barroquismo, su teatralidad, ese punto kitsch me encanta.
Cierro con dos fotografías espléndidas: de Gervasio Sánchez, Sofía y Alía, de la serie Miradas, una imagen captada en Mozambique en 2007. Ya había visto este trabajo antes, creo que en una exposición organizadea el pasado año con motivo de la Semana Negra de Gijón. Estremecedora denuncia de las consecuencias de las minas antipersonales que, por cierto, fabricamos y vendemos en España. Y, a la derechas, una joya de Cristina garcía Rodero, Ariadna dormida.
Una buena colección de buenos fotografos, Sol. Cristina Garcia fue una de mis primeras referencias en fotografia. Yo de jovencito queria ser C.G.Rodero, salia por los pueblos esperando encontrar las imagenes que ella conseguia y claro está, no las encontraba porque solo existen en su ojo y en su camara que es lo mismo. Y G. Alix, eso es otro nivel, eso es hablar con la imagen, ahi ya ni osaria aspirar. A G. Sanchez no lo sigo porque me duelen sus imagenes, sensible que es uno. Un beso, guapa.
ResponderEliminarSon muy diferentes, pero todos ellos espléndidos. Da mucha envidia ver tanto talento, sí, aunque tú lo tienes por arrobas. Ya me gustaría a mi... Un beso grande
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