Lo que más me gustó de ARCO

No me da la vida para todo lo que me gustaría conocer y disfrutar y tampoco para compartirlo con vosotros. Desde que terminó ARCO tengo el propósito de hablaros de una serie de artistas que descubrí allí y tontamente he ido dando prioridad a otros asuntos. Así que de hoy no pasa. Abro con Tomasz Kowalski, un joven artista polaco que acaba de licenciarse en la Academia de Bellas Artes de Cracovia y que tiene una obra muy interesante, según mi criterio.


















Jenny Brillhart presentó en la Galería Kuckei de Berlín un conjunto de obras de distinto formato que me encantaron. Me dio la impresión de que la pieza que veis a la izquierda, un estudio del espacio a través de interiores, recreación de atmósferas, un diálogo entre espacios, formas y materias, dotada de un lirismo conmovedor, es la matriz de los pequeños óleos que la complementan, como el que os muestro a la derecha. Parece que Brillhart creara un universo cuyos rincones iluminara aleatoriamente, fijando espacios que parecen cobrar vida y contrastan con la desnuda simplicidad del territorio colindante. Una obra muy sugerente.













A la derecha Lunática, de Victoria Civera, artista valenciana afincada en Nueva York de la que no tenía idea, y a la izquierda A sense distance, del artista japonés Keisuke Shirota. Me gustó muchísimo la obra de este artista. Sobre un lienzo reproduce una fotografía en blanco y negro y elige un espacio en ella para pintar con color lo que ese espacio le sugiere, real o imaginario. He investigado su obra en la red y descubierto piezas espléndidas.













En realidad me interesó todo lo expuesto en la galería japonesa Base Gallery donde descubrí a Shirota; a Minako Abe (a la izquierda), que firma este personalísimo paisaje, Scene nº 29; y a Sachigusa Yasuda, responsable de Aerial, la impactante fotografía de la derecha. Podría ser Nueva York, o Tokio. Me desasosegó esta imagen.













Muchas obras interesantes también en las galerías españolas. En Leandro Navarro disfruté contemplando piezas espléndidas de Fernand Leger, Miró, Dalí, Bores, Gargallo, Barjola... Soledad Lorenzo expuso, además de un espléndido Tapies que os mostré en un comentario anterior, a Soledad Sevilla (recuerdo haberos hablado de un montaje interesantísimo en el Palacio de Cristal del Retiro), Schnabel (también os lo traje con motivo de la exposición que realizó en la galería y de aquella espléndida muestra de sus polaroids en el Niemeyer de Avilés), Pérez Villalta... Y en Helga de Alvear encontré estas dos piezas que os muestro: una espléndida escultura de Ángela de la Cruz y la fotografía de la derecha, Niederwald-1. Me gustó tanto que, optimista de mí, pregunté el precio: 36.000 euros más IVA. Nos hemos vuelto locos o yo me he quedado en el Pleistoceno?