Aprovechando el estreno en España de la ópera Vida y muerte de Marina Abramovic, la galería La Fábrica ha organizado una exposición con fotografías y vídeos de varias de las performances creadas por la artista. De algunas ya os había hablado en una entrada anterior. Conforme voy conociendo la obra de esta mujer, y me voy acercando a ella a través de su trabajo y de las entrevistas que estos días se multiplican en los medios de comunicación nacionales, más fascinada me siento por su personalidad. Es sin duda una mujer singular, capaz de experimentar con su cuerpo sin miedo al dolor, ofreciendo a la gente el fruto de su investigación.
"Espacio A. Me acerco lentamente al ventilador recibiendo todo el aire que me es posible. Justo sobre la boca del ventilador pierdo la consciencia debido a la presión extrema. Pero eso no interrumpe la performance. Tras caer de perfil el soplante continúa cambiando mi rostro y moviéndolo.
Espacio B. La videocámara enfoca directamente mi rostro, sin mostrar el ventilador. El público que observa el monitor tiene la impresión de que estoy bajo el agua. A partir del momento en que pierdo la consciencia, la performance dura tres minutos más, durante los cuales el público no es consciente de mi estado. En la performance consigo utilizar mi cuerpo en estado consciente e inconsciente, sin interrupción alguna".
Marina realizó este trabajo en 1974, y duró 45 minutos.
Frente a las dos fotografías que veis arriba, una pantalla nos muestra la performance Relation in Time, realizada en 1977 en Bolonia por Abramovic y su compañero Ulay. Sentados en silencio durante diecisiete horas, Abramovic y Ulay estuvieron conectados entre sí por medio de su cabello. Pasaron las primeras dieciséis horas haciendo esto a solas, se les permitió el acceso a los visitantes para presenciar la última hora. Espalda contra espalda, en silencio, tratan de encontrar un estado de armonía entre el cuerpo y la mente.
La imagen de la izquierda corresponde a distintos momentos de la performance Art must be Beautiful, Artist must be Beautiful, una de las primeras obras de Abramovic. En ella vemos como, con un cepillo en una mano y un peine en la otra, cepilla vigorosamente su pelo hasta producirse dolor. Según la artista el motivo de infringirse este daño es "liberar el cuerpo y el alma de las restricciones impuestas por la cultura occidental y del miedo al dolor físico y la muerte". En 1999 Abramovic se refirió a esta performance durante una entrevista: "Hace mucho tiempo hice una obra llamada Art must be Beautiful, Artist must be Beautiful. En ese momento pensaba que el arte debía ser molesto más que hermoso. Pero a mi edad ahora, he empezado a pensar que la belleza no es tan mala." En la imagen de la derecha vemos fotografías que recogen distintos momentos de Rhythm 10, en la que la artista explora elementos del ritual y el gesto utilizando 20 cuchillos. Mediante golpes rítmicos clavaba el cuchillo entre sus dedos; cuando se cortaba cambiaba de cuchillo. Ya os he hablado de este trabajo cuando lo vi por primera vez en la feria Arco de este año.
Y para terminar, en otra pantalla podemos ver la grabación de la performance Breathing in, Breathing out, realizado en Belgrado, en 1977, junto con Ulay, que ellos describen de la siguiente manera: "Estamos de rodillas frente a frente, presionando nuestras bocas. Nuestras narices están bloqueadas con filtros de cigarrillos." Ulay dice "Estoy inhalando oxígeno. Estoy exhalando dióxido de carbono." Abramovic: "Estoy inhalando dióxido de carbono. Estoy exhalando dióxido de carbono." Ulay: Estoy inhalando dióxido de carbono. Estoy exhalando dióxido de carbono." Por un altavoz se escuchan sus respiraciones, cada vez más agitadas. Es un poco angustioso oírles y ver como poco a poco abandonan su estatismo inicial y comienzan a moverse, como si se empujaran para encontrar algo de oxígeno en el otro. Comienzan a sudar. Abramovic habla de la experiencia de depender de otro para sobrevivir. Cuando no aguantan más, se separan jadeando para recuperar el aliento.
Y eso es todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario