La noche oscura
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guïaba
más cierta que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
Creo que este es uno de los poemas de amor más hermosos escritos en castellano. Releo fascinada a San Juan de la Cruz.
Amor a Dios, amor a un semejante, amor en suma. Después de leer este poema uno se queda sin palabras porque es muy muy difícil penetrar en la grandeza del amor mejor que con estos versos. San Juan de la Cruz, junto con Federico García Lorca representan, en mi opinión, la cumbre de la poesía en español de todos los tiempos.
ResponderEliminarFelicidades de todo corazón en el día de tu santo. Besos mojados por la lluvia escuchando como la mar golpea el acantilado.
Muchas gracias, José. No sabes cómo te envidio, pero enseguida volveré, necesito el nutriente de mi tierra. Un beso enorme.
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