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jueves, 19 de abril de 2012

Apuntes sin importancia


Creo haberos comentado en alguna ocasión que uno de los mayores placeres que cada enero me depara estriba en comenzar un nuevo cuaderno de apuntes, a cuya adquisición dedico un tiempo los últimos meses de cada año. Su elección no es tarea fácil. Debe tener un tamaño concreto, ni muy grande ni muy pequeño; de espiral, para doblarlo completo y poder tomar apuntes de pie, sujeto con una sola mano; tapa dura y preferentemente hojas blancas lisas. Generalmente me basta con uno al año. Como en un cajón de sastre, en ellos acumulo un sin fin de insignificancias: una dirección, el título de un libro o un disco, una reflexión, la letra de una canción antigua que me asalta de repente, una frase sacada de un libro o un periódico, o el título de los cuadros que más me llaman la atención en una exposición.

Antes de despedirme definitivamente de la libreta 2011 le he dado un repaso y he encontrado algunos apuntes que quizá os interesen. De algunos guardé la referencia, de otros no. Así os los ofrezco:

Jorge Edwards afirma en un artículo publicado por El País el 3 de septiembre de 2011, refiriéndose a Julio Cortázar: "Era una profunda contradicción, pero solo las personas verdaderas pueden tener contradicciones de una profundidad semejante. No las caricaturas de personas, los estereotipos."

Thomas Mann sobre György Lukács: "Mientras hablaba tenía razón". Lo cita J. Rodríguez Marcos en un artículo sobre Christopher Hitchens en El País.

"La literatura verdadera, los libros verdaderos tienen un temblor, un llanto contenido, guardan un secreto dulce y casi siempre doloroso que se escapa de sus páginas y estremece al lector; porque estremece palpar el alma desnuda del autor. Cuando el oficio se diluye en la verdad y brilla la belleza, ese texto es una ofrenda de amor y el mayor regalo que se le puede conceder a un lector. Entonces el agradecimiento es infinito y nos gustaría abrazar, consolar, hermanarnos con quien así se entrega. La escritura redime, libera, cura, y quienes recibimos ese regalo nos quedamos mudos de emoción y ternura."

"Veía con total claridad las verdades (fascistas) y quizá su propia claridad de ideas debería haberle imbuido la sospecha de que se equivocaba: lo falso se ve siempre con más claridad que lo verdadero", escribe Justo Navarro en El espía, referido a Ezra Pound. También es suya esta otra: "Las ideas fijas estropean el carácter, como cualquier otro tipo de pobreza extrema."

"Cuando uno se escapa del desierto, el silencio le grita en los oídos".

"Por cada página escrita, cien leídas", afirmaba Kapuscinski.

"Nadie es normal de cerca".

"La lectura es capaz de liberar una multitud de sonidos, de imágenes, de sentimientos, de ideas, de elementos de información, abriéndoles las puertas al tiempo y al espacio y luego, junto a otros libros, encauzar estos elementos difusos hacia una multitud de otros puntos dispersos, a través de los siglos y los continentes, en una infinidad de combinaciones, todas ellas diferentes entre sí."

"No hay nada menos real que el realismo. Los detalles confunden. Solo seleccionando, eliminando, acentuando, llegamos al verdadero significado de las cosas". Palabra de Georgia O'Keeffe.

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