Para muchos, este retrato de Cecilia di Fazio Gallerani,
La dama del armiño, es el más hermoso jamás pintado. Quizá solo le haga sombra La Gioconda, ambos surgidos del inmenso genio de Leonardo da Vinci. Hace tiempo escribí un
comentario en el que os contaba algo sobre la biografía de esta joven dama renacentista, amante de Ludovico Sforza, apodado el Moro, Gran Duque de Milán y uno de los hombres más poderosos de su tiempo. Y sobre la estancia de Leonardo da Vinci en su magnífica corte, contratado por el duque para crear ingenios mecánicos que armaran a sus ejércitos en las guerras con sus vecinos y que acabó convirtiéndose no solo en pintor de su corte, sino en organizador de eventos cortesanos. Leonardo estaba encargado de dirigir, desde el punto de vista artístico y arquitectónico, la creación y colocación de los aparatos que constituían el decorado de las fiestas. Él organizó las celebraciones conmemorativas del matrimonio de Giangaleazzo Sforza e Isabel de Aragón, sobrina de Fernando II, rey de Nápoles. Para ello ideó un Paraíso en el interior de una gran sala, cubriéndola de sedas y tapices; diseñó ingeniosos aparatos que permitían a los actores, disfrazados de dioses, descender del cielo y posarse sobre un monte tocando instrumentos y cantando alabanzas a los recién casados; otros, simulando ser planetas, otorgaban dones a la desposada. Se danzaba y recitaban sonetos. Las máscaras y los atavíos de los participantes resultaron de una increíble originalidad. Pero la gran novedad de la representación estribó en los “efectos especiales”, la gran capacidad de Leonardo para crear, a través de elementos mecánicos, atmósferas mágicas. La fiestas del señor de Milán tenían fama en toda Italia.
Posiblemente Leonardo sea el artista más fascinante de todos los tiempos. Siento una envidia insana hacia los ingleses, que podran disfrutar este otoño de una gran exposición sobre su obra en la National Gallery de Londres centrada en los años que el artista vivió en la corte de Milán, de 1480 a 1490. Además de La dama del armiño se podrán contemplar La belle Ferronière, Retrato de un músico, la Madonna Litta, la Virgen de las Rocas, San Jerónimo, y hasta un total de 60 obras entre pinturas y dibujos. La expectación es tal que ya advierten de la dificultad de encontrar entradas.
Me consuelo pensando que, al menos, podré contemplar por primera vez La dama del armiño, habitualmente en la colección Czartoryski de Cracovia, ya que a partir del día uno de Junio formará parte de la exposición La edad de oro de Polonia. Tesoros de las colecciones polacas siglo XV- siglo XVIII que podremos ver en las Salas Génova del Palacio Real de Madrid. Serán un total de 190 obras entre pintura, escultura, mobiliario, tapices, artes decorativas y suntuarias, monedas, medallas, libros y documentos.
Admiro al maestro del ingenio y la belleza. Desde estas latitudes bárbaras, siento cierta envidia de la posibilidad que tienen ustedes de vivir el arte mayor cara a cara.
ResponderEliminarAdmirable su capacidad para congeniar el ingenio y la belleza...
ResponderEliminarun saludo
Gracias Carlos, imagino que nos escribirás desde alguno de esos paises hermanos que daría lo que fuera por conocer. Un abrazo
ResponderEliminarvivo en buenos aires, no en la ciudad, unos pocos km al norte. fui ingeniero civil en la primera mitad de mi vida, ahora soy artista, escritor, músico, dibujante. tengo un blog, www.carlosboniver.blogspot.com,
ResponderEliminarsi tienes oportunidad de venir a estas tierras, bienvenida serás.
Carlos, hace tiempo que proyecto viajar a tu tierra. Ojalá pueda hacerlo pronto. Visitaré tu blog. Un abrazo
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