"Sí, ya llego y te alivio
con mi mirada protectora.
Tu alma que debe vivir
y no morir,
aquí, fuera de este abismo de heridas.
Debes alcanzar la salvación
¡por medio del jugo de las uvas!
¡No, oh no, tú eres elegido!
¡Sí, oh sí, yo te quiero!
¡Arrojad vuestras preocupaciones,
que desaparezca el dolor!
Sí, vengo y te alivio
con mi mirada protectora."
Tarde dedicada a Bach en el Auditorio, de la mano de Masaaki Suzuki y su Bach Collegium Japan. Bach me consuela. Aún recuerdo mi conmoción la última vez que escuché La Pasión según San Mateo en esta misma sala. Soy poco dada a los misticismos y los raptos espirituales me ponen un poco nerviosa, pero si dios existiera esta sería su música.
Los versos con los que abro pertenecen a la Cantata BWV 21 Tuve mucha aflicción, con la que arrancó el concierto. En la segunda parte, un aria para alto de la Cantata BWV 200 Proclamaré mi fe en su nombre y, para cerrar, el Magnificat. Me gustó el coro, pero destacaría el trabajo del tenor James Gilchrist y la soprano Hana Blazíková.
Os dejo con el Magnificat.
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