Existe en el campo una ciencia que no sé
leer, cuando la lluvia empieza a caer
con la monotonía de la tarde y su ruido
interrumpe el silencio que crece sobre
el césped, cuando los pájaros no
cantan. Deshojo sus páginas,
entre el sendero y el cañaveral
que esconde la ribera casi seca; y
una lógica de ecuaciones otoñales
me roba la luz que entreabría un
deseo de verano, como si la noche
hubiera llegado para quedarse. Pero cuando
cierro el libro y me olvido de que
las cosas nacen de esa antigua ciencia,
el árbol vuelve a abrir sus ramas
para acogerme, y cosecho el fruto
del pasado para sentir en la boca,
de nuevo, la esencia de la vida.
No conocía la obra de Nuno Júdice, flamante ganador del Premio Reina Sofía de Poesía. Navegando por internet he encontrado algunos poemas muy hermosos. Sirva este de botón de muestra.
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