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domingo, 29 de diciembre de 2013

"Almas", por Manuel Vicent

"La creencia religiosa da por sentado que Dios inserta un alma en el útero de la mujer en el instante mismo de la concepción. Entre los millones de espermatozoides que luchan por conquistar un óvulo femenino solo uno alcanza la victoria. El resto se va por el sumidero, sin que ningún teólogo se escandalice por semejante desperdicio. Se supone que el creador del universo está pendiente de cada una de esas feroces escaladas que se producen a través de infinitas vaginas a lo ancho de este mundo e incluso, tal vez, en millones de planetas habitados de otras infinitas galaxias. En cuanto se realiza la fusión del gameto masculino con el gameto femenino el creador corona esa nueva célula, llamada cigoto, con un alma, pero, al parecer, deja de interesarse por el destino que a esta le espera el día de mañana. Ese cigoto con el tiempo podrá desarrollarse en forma de asesino, de santo, de banquero o de mendigo. Los creyentes más obsesos, que se oponen radicalmente al aborto, no piensan en la biología sino en la teología, aunque para enmascarar su fanatismo religioso sustituyen la palabra alma por la palabra vida. El cigoto tiene derecho a la vida, puesto que Dios le ha inoculado un alma. Solo queda por saber qué sucede con ella cuando se produce un aborto espontáneo. Puede que vuelva al almario común y el creador la aplique a otra pareja que acaba de celebrar un coito triunfal, y el alma que en la primera entrega iba para notario, en la segunda se quede en un simple chapista. En realidad toda esta locura teológica sirve de pretexto hipócrita para reducir a las mujeres al papel de meras incubadoras y negarles el derecho a disponer de su cuerpo durante los primeros meses de embarazo. Como en tiempos del franquismo más siniestro algunas señoras enjoyadas, que gritan detrás de una pancarta contra el aborto, acompañarán a sus hijas adolescentes a un país civilizado para solucionarles el problema, pero otras infelices se verán obligadas, como entonces, a subir por una escalera costrosa hasta un cuchitril clandestino donde les espera una vieja con una aguja saquera y una palangana abollada, gracias a unos políticos de la derecha más reaccionaria, abducidos por unos clérigos inmisericordes que nos están devolviendo a patadas a la España más negra."

Manuel Vicent, diario El País, 29 de diciembre de 2013

3 comentarios:

  1. Además de hipócritas inconsecuentes: no legitiman el aborto en caso de malformaciones (aunque se trate de alumbrar a un monstruo), pero SÍ en caso de violación(!!!). O sea: se obliga a que nazca (mejor se diría "permitir que se forme") un ser aberrante que va a ser desgraciado -y con él su familia- desde el mismo instante que nace..., pero se autoriza el "asesinato" de un ser humano (según ellos) perfectamente viable y constituido, inocente de los crímenes de su padre y con altas probabilidades de llegar a ser una persona perfectamente normal... Además de malvados son estúpidos.
    Los veía ayer en la tele, orondos y travestidos, incensar el aire pestilente de esta España insoportable. Cada día me avergüenzo más de pertenecer a una colectividad tan permisiva y tan abúlica, que se deja arrebatar por impostores todo aquello que le separa de la animalidad. Si ante tanto atropello de la razón; si ante el resugimiento brioso del franquismo (que nunca se había ido, sino que, como los tritones de las charcas de mi tierra, hibernaba enterrados en el lodo, a la espera de tiempos más propicios); si apenas hay respuesta proporcionada a la maldad vesánica de tantos..., no habrá remedio que nos saque de la pocilga. Desengáñense los que esperan remedios milagrosos, encendidos súbitos del cacumen; iluminaciones que nos caigan de las alturas; dignidad infusa sobrevenida de sabe dios dónde... Si todo ello queda impune, sin que multitudes indignadas se levanten de su postración inaudita..., mereceremos la miseria que vivimos.

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  2. La España negra, a ella estamos volviendo dócilmente. Es lo que hay.

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