Hace unos días, la Academia Europea de Cine ha otorgado sus más importantes galardones a
La gran belleza: mejor película, montaje, director (Paolo Sorrentino) y actor (Toni Servillo).Y no me extraña nada.
La gran belleza, además de ser una belleza cinematográficamente (espléndida fotografía, bellísimas imágenes de Roma, una atmósfera mágica que te hipnotiza desde el primer pano hasta el último) es una película admirable por múltiples razones. Plantea el vacío existencial, la desesperación y la soledad de una sociedad que ha convertido la diversión, la frivolidad, la "mundanidad" (como lo califica el protagonista) en su razón de ser. Pero la descarnada lucidez con que nos muestra ese mundo se complementa con una mirada compasiva, incluso tierna, hacia sus miembros.
En una frase memorable, que reproduce el trailer que os ofrezco más abajo, el personaje de Toni Servillo lanza una frase que, a mi juicio, resulta el perfecto compendio de la película: detrás de tanta frivolidad, del lujo y los placeres, solo hay personas solas, seres infelices, vidas devastadas. Tonio Servillo interpreta a un inolvidable Jep Gambardella, un periodista cínico y snob, que vive para y por la "mundanidad", absolutamente conmovedor.
Os recomiendo no perderos esta película, con cuyo trailer os dejo:
Tomo nota, sin duda. Gracias por tus sabios consejos. Un beso.
ResponderEliminarHoy Carlos Boyero, en el suplemento de cultura de El País, habla del fantástico trabajo de Servillo en esta película. Estoy segura de que te encantará. Muchos besos
EliminarHacia el minuto 49', Toni Servillo, tras 'desnudar' todas las mentiras de la escritora Stefa, dice a los que allí estaban reunidos: No tenemos más remedio que mirarnos a la cara, hacenos compañía, tomarnos el pelo.
ResponderEliminarEsta película, aparte de ser inmensa cinematográficamente, resulta de un aliento vital imprescindible. En otro plano, algún día atenderemos al deshaucio personal que este modo de vida occidental que está impregnando hasta el último rincón.
Y la infancia: cuando la enana le dice: Pepino...
Absolutamente de acuerdo, Tempero. Esta película no tiene desperdicio. Y el personaje de la enana, magnífico. Un abrazo enorme
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