Velo a mi madre en la habitación de un hospital. Con un desgarro en el corazón solo equiparable al que sentí cuando, siendo mi hija muy pequeña, era ella la que ocupaba una cama similar a esta, en parecidas circunstancias. Me hago de piedra para ahuyentar el miedo y ser útil, positiva y eficaz: cuidar, proveer y mimar; no dejarse llevar por nada que pueda debilitarnos y menoscabar nuestra eficacia. Tomar las decisiones adecuadas, con templanza y lucidez. Atenta a cualquier detalle, adivinar sus necesidades, asegurar su bienestar: retirarle el pelo de las sienes, por si su cosquilleo le molesta; masajearle los pies para que se relaje, cubrirle la espalda para que no se enfríe. Atenta a los drenajes, el suero, el antibiótico. Convertirme en piedra para no llorar a gritos, y librar a mi madre de todo dolor, de todo mal.
Mi madre es hermosa, buena y fuerte. Cuidarla es un privilegio. Ya lloraré otro día.
Bendita seas, Soledad.
ResponderEliminarGracias, querido mío
EliminarCreo que quienes leemos esto haríamos algo gustosamente por aliviar un pedazo de tu dolor. No dudes en pedirlo si crees que podría ser así. Aprovecho para decirte que cada vez que paso por la placita de Olavide me fijo como si esperase encontrar a una vieja amiga, pero por lo pronto no he tenido suerte. A ver la próxima primavera. Mi abrazo más cálido para ti, Sol.
ResponderEliminarEres un encanto, muchísimas gracias, Marian. Y cómo me gustaría que un día te acercaras a saludarme. Hasta que tenga la oportunidad de dártelo personalmente, te envío un abrazo fortísimo
EliminarAnte todo decirte que siento que estéis ambas en esas circunstancias. Luego decirte que nunca he sabido expresar esas sensaciones que tu has dejado en pocas palabras y que son tan crueles. Tampoco he sabido cuidar bien cuando me ha tocado hacerlo, supongo que cada uno hace lo que puede. Quisiera decir algo que te acompañara, pero no sé si es imposible o soy incapaz. Espero que todo se resuelva para bien lo antes posible.
ResponderEliminarUn abrazo más fuerte que nunca.
Muchísimas gracias, Joaquín. No creas que yo tengo la certeza de estarlo haciendo bien. Tengo la impresión de que en estas circunstancias, como respecto a la educación de los hijos, siempre queda la sensación de que se podía haber hecho más. En fin. Un abrazo muy fuerte
EliminarMucho ánimo.
ResponderEliminarTe lee desde un balcón,
Athos.
Mi querido Armand; cuanto me alegro de encontraros al fin. Espero que no desaparezcais de nuevo y podamos retomar nuestra antigua y querida amistad. Os envío mi cariño
EliminarCada minuto con ella, cada caricia, cada beso, cada arropamiento, cada brazo de apoyo, cada masaje, cada sonrisa te darán fuerza sobrada para mantener esa hermosa línea de actuación que enuncias, consciente de que estás correspondiendo con tu amor al que recibiste a lo largo de toda la vida.
ResponderEliminarEstoy seguro de que evolucionará positivamente más y mejor cada día que pase.
Desde el recuerdo emocionado de cuando estuve en tu misma situación, te mando todo mi amor en estos besos que ya mismo tienes en tus manos.
Muchas gracias, cielo. Siempre siento tu cariño. Un beso enorme
EliminarAmiga querida, siento tanto el momento por el que pasas. Ese amor inmenso que tienes y das es lo que, en verdad, sostiene en la vida. Yo no tuve la oportunidad de poder hacerlo y me pregunto si hubiese podido.
ResponderEliminarMuchos besos y que todo vaya bien, para las dos.
Mi corazón contigo
Celia
Infinitas gracias, querida. Cuidar a los padres es algo hermoso que, efectivamente, no todo el mundo tiene oportunidad de hacer. En eso, como en tantas otras cosas, me siento una privilegiada. Un abrazo fortísimo
Eliminar¿Que decirte, amiga? ¿Que palabras elegir que tengan el efecto de alivio que desearía?, este trance por el que pasas lo tengo demasiado fresco en mi memoria y los sentimientos son encontrados. Como hija siempre sentirás que podrías hacer mas, pero seguro que tu madre te agradece cada momento que estas a su lado porque para ella ahora lo eres todo. Tocala mucho, Sol, todos los abrazos, todos los besos, todas las caricias luego son pocas. Para ella mis mejores deseos, para ti todo mi cariño.
ResponderEliminarMuchas gracias David. Mi madre está mejor, recuperándose poco a poco, aunque ha envejecido diez años en unos pocos días. Qué duro es esto!!! Y sé que lo peor aún está por llegar. Solo queda disfrutar de cada instante. Un beso enorme, cielo, y todo mi cariño
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