La chelista francoargentina de origen ruso Sol Gabetta es el alma de la Capella Gabetta, un grupo de músicos dirigidos por su hermano, el violinista Andrés Gabetta, especializado en música barroca. Hace unos días ofreció un bonito concierto en el Auditorio, protagonizado por los barrocos italianos, en el que destacó, para mi gusto, su interpretación como propina de El Invierno, de Vivaldi. En el programa, una pieza preciosa recientemente recuperada por Sol Gabetta, el Concerto para violonchelo y orquesta en sol mayor de Fortunato Chellerie; el Concerto para dos mandolinas de Vivaldi, transcrito para violonchelo y violín (Vivaldi había elegido que lo protagonizaran dos mandolinas solistas porque debía contar en el Ospedale della Pietà con dos intérpretes ad hoc); y un conjunto de conciertos firmados por Corelli, Geminiani y Platti. Y una pieza maestra, el Concierto de Brandemburgo núm. 3 de Bach. Palabras mayores. No me gustó como lo interpretaron: a mi juicio les faltó hondura y les sobró prisa. Parecían cabalgar sobre las notas, algo bastante común entre intérpretes y directores jóvenes. Pero en conjunto fue un concierto agradable.
Os dejo con el Concierto de Brandemburgo núm. 3, interpretado por la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, dirigida por Zukerman.
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