Uno de estos días os hablaba de la colección de cerámica popular que se muestra en la Casa Museo Sorolla de Madrid. Hoy quiero mostraros una de sus manifestaciones para mí más encantadoras, las llamadas "pilitas benditeras", características de Valencia y muy populares durante el siglo XIX. Representan pequeños altares de carácter religioso profusamente adornados, modelados a mano.
Deben su nombre a una pequeña pila situada en su parte inferior, donde se vertía el agua bendita, y solían colocarse a la cabecera de las camas o a la entrada de las casas. El alfarero modelaba los santos a los que el cliente tenía más devoción, y luego se pintaban a mano. Resultan fascinantes sus rostros, siempre ingenuos, en ocasiones con facciones tan embrutecidas que resultan enternecedores.
Me parecieron especialmente curiosos estos dos que os muestro en último lugar, singularmente con el que cierro, de carácter claramente decorativo. Las dos figuras japonesas me han recordado una interesante exposición que vi hace unos días en CaixaForum, Japonismo. La fascinación por el arte japonés, de la que os hablaré uno de estos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario