La peripecia de Paraíso: Esperanza transcurre temporalmente en paralelo a la del primer título de la trilogía, por lo que deduzco que lo comparte también con Paraíso: Fe. Mientras la madre de Melani, la adolescente de 13 años que protagoniza la tercera entrega, disfruta (y sufre) en Kenia (Paraíso:Amor), esta pasa sus vacaciones en un campamento para niños obesos, donde la deposita una amiga de su madre a la que encarga su cuidado durante su estancia en el país africano. Esta mujer, cristiana devota que lleva su religiosidad al paroxismo, es la protagonista de Paraíso: Fe.
La película no me resultó deleznable, pero tampoco puedo decir que me haya gustado. Incluso hubo un momento en que miré el reloj, deseando que pasara algo o terminara cuanto antes. Ese afán de colocar la cámara fija para que un grupo de niños entrara por la izquierda y saliera por la derecha haciendo ejercicios gimnásticos, caminando por un bosque o al trote ligero en el campamento, me irrita por superflua. Gran parte del metraje no aporta nada a la historia, que pretende ser sutil e inquietante y que a mi no termina de resultarme convincente. La acción se centra en la relación de la adolescente con su médico, un acercamiento a la pedofilia sin gancho ni belleza. Me decepcionó.
Os ofrezco el trailer:
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