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lunes, 14 de octubre de 2013

"Gravity", de Alfonso Cuarón

Gravity es sencillamente fascinante. Es emocionante, entretenida, y de una belleza plástica extraordinaria. Narra la aventura de una astronauta perdida en el espacio, una odisea que, si no fuera por la maestría de Cuarón y el excepcional trabajo de Sandra Bullock, no soportaría una hora y media de metraje. Pero los noventa minutos pasan en un soplo pendientes de los esfuerzos de esta mujer por sobrevivir, prendidos de su rostro, un caleidoscopio de emociones que la actriz borda.










Creo que es una película imprescindible, un paso más allá de La guerra de las galaxias, en la que todos los elementos se ensamblan a la perfección. Un guión sencillo, creíble y eficaz; una banda sonora excelente, sin aspavientos; un magnífico trabajo actoral; y la técnica al servicio de la historia, sustentando una belleza plástica que en ocasiones corta el aliento. El 3D pocas veces más justificado.

Pretendo volver a verla. Conociendo ya el desarrollo del argumento, me dejaré llevar por la pura belleza. No os la perdáis.

20 comentarios:

  1. Pues servidor cada vez ve más cine francés; concretamente, anoche visionaba "Un corazón en invierno", de Claude Sautet, con una monísima Emmanuelle Beart y el incombustible Daniel Auteuil. Interesante.
    El simplismo yanky me empieza a repugnar. Pero Sandra Bullock es uno de mis fetiches sexy del cine: no es un mujerón ni mucho menos pero tienen algo indefinible que me atrae.
    Estarás-si no lo estás ya- por estas costas. Tenía pensado pasar por la escultura de Vaquero Turcios -"Noroeste"- y hacer unas modificaciones tipográficas en la peana... Pero no me va a dar tiempo; he de irme pronto a la Marca Hispánica, por aquello de un cambio de aires que me va a venir de perlas: tanta caspa celtibérica me demanda un tratamiento al azufre..., aunque sea el de los mismísimos infiernos del diabólico comehostias Mas, que se codeaba ayer con la carcundia nacional. Le queda poco al cabestro.
    Y nada, mi sol; bienvenida a esta tu casa. No estaré a pie de tren para entregarte un ramo de rosas pero dalas por recibidas: tan cerca pero tan lejos. Y así ha de ser hasta la consumación de los siglos. O hasta uno de los próximos bigbanes, que no deja de ser una esperanza.
    Muchos besos, corazón.

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    1. Estoy aquí desde el sábado, así que ya he tenido tiempo de ir a ver cómo se dibuja Noroeste entre el cielo y el mar. Y me fijé que allí sigue la declaración de amor a la afortunada Luna, sin corrección tipográfica alguna. Me ilusionó que sobreviva a las inclemencias asturianas.
      Te eché de menos en la estación. Busqué a mi Apollinaire por las esquinas, abrazado a un manojo de rosas, pero no encontré más que a una amable azafata deseándome buenas tardes. Qué desdicha!!!!
      Tanto insistes en tu determinación de no echarme la vista encima que sospecho de tanto empecinamiento. Pero tengo que reconocer que me divierte. Desayunando mi segundo café en la terraza de la plaza del marqués, mientras miraba a Don Pelayo vigilando el puerto, fantaseé con que aparecerías de repente, bajo el brazo los Poemas de la paz y de la guerra, tocado con un sombrero de fieltro y una pajarita sobre la nuez. En fin...
      Besos, querido

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    2. Querido, querido... ¿De veras me amas, Madelaine?

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    3. Ay, Apollinaire, cuan infeliz de hacen tus dudas. Hombre de poca fe...

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    4. Apollinaire-Fredo Acquaviva-Werther15 de octubre de 2013, 15:09

      No lo dudo, es que me gusta oírtelo decir.

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    5. Me permites una sugerencia, Apollinaire? Mi natural pudor y la sospecha de que tanta exposición pública pueda cansar a cuántos se asoman a Mi casa aconsejan una correspondencia algo más discreta. ¿Sería molesto para ti elegir cualquier otra estancia de Mi casa (después de tres años de escritos, tienes cientos de opciones) para continuar nuestra relación con mayor privacidad? ¿Te resulta muy osada mi súplica?

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    6. Es cierto lo que dices, Sol: Apollinaire es un poco osado últimamente. Él piensa que, llevado por su irreprimible impulso "literario" y por la simpatía para con "su" Madelaine", todo vale... Y no repara en que sus expansiones fantasiosas y su dejarse arrastrar por cierto torrente lírico le puede llevar a la inconveniencia, si no al ridículo.
      Tengo el defecto de sugestionarme con que los demás alcanzan a entender mis móviles cuando escribo. Pero este ser camaleónico que es uno y no menos cierto afán por enredar le pueden jugar malas pasadas. O hacérselas pasar a sus amigos, víctimas tantas veces.
      Así que prometo solemnemente que voy a tener cuidado en no despeñarme por los precipicios de la fantasía "literaria" y que voy a procurar ser buen chico.
      Pero uno es como es y mejor no prometía nada. Pero se intentará, Sol.
      Besos, amiga.

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    7. No te disculpes; es un privilegio verte deambular por Mi casa y tus comentarios siempre me resultan estimulantes. Y creo que compartimos la pasión por el enredo. Así que disfrutemos de estos paseos "literarios", Apollinaire. Muchos besos

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  2. Tenia mis reparos, no soy muy de ciencia ficción, pero tu me has terminado de convencer, la veremos. Un beso a mi critica preferida.

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    1. No te la pierdas. Ya me comentarás qué te parece. Un beso enorme a mi fotógrafo predilecto

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  3. Querida Sol Pau- Madeleine: me alegra saber que Apollinaire-Fred-Werther etc te divierte con sus enredos. es tu invitado. Mi opinión de visitante permanente es que Apollinaire es de los que, en una mesa de juego, mira, opina,pero no juega. Ha dejado a la dama Madeleine expuesta; mejor sería que acepte la invitación a una conversación más discreta.
    Ahora, como un poco conocedora de los signos astrológicos, no se le hace eso a una canceriana. Cuándo cumplirá los años este amigo Apollinaire? Claro, aunque lo diga, no le creeré.
    Amiga querida, como nombraste a los visitantes de tu Casa y las" fantasías"que , quizás, tendrán los mismos, te digo que de donde yo soy, le ponemos otro nombre.
    Imagino esta conversación reunidos tus amigos en tu Casa, pero no en el Blog.
    Besos muchos
    Celia Romero

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    1. Si algo me gusta de Mi Casa, querida, es la libertad total con la que se expresan los invitados, qué decir de los asiduos, que me proporcionáis muchísima alegría. Cada uno de vosotros, los que me conocen personalmente y caminan conmigo desde hace años, y a los que voy conociendo a través del blog, formáis de alguna manera parte de mi vida, me enriquecéis y me abrís ventanas con vuestros comentarios. Todos sois bienvenidos. Y piensa que yo he elegido exponerme, porque ejercito así mi libertad. Hasta un punto, desde luego, diferente para cada uno.
      Recibo tus palabras con todo mi cariño, y sé que provienen del tuyo. Un beso enorme. Escríbeme y cuéntame de ti.

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  4. Hola Sol, así lo entendí, por lo tanto me imaginaba esa conversación entre Apollinaire, Madeleine, yo y algún otro visitante de los que tienes en un encuentro personal y que le hubiera dicho yo a Apollinaire y no a Fred, por supuesto.Me enojaba con él y le decía: "Vamos, anímate, una conversación más privada, por favor". Pero tú eres Sol, él es Fred y yo soy Celia y estoy tan lejos que no le puedo dar mi tirón de orejas a Apollinaire. Y esto también, Sol, es un "enredo literario".
    Ya te contaré de mí.
    Besos
    Celia

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  5. Pero mi señora doña Celia, ¿cómo va a saber usted si el esquivo Apollinaire ha entrado o no al trapo y a utilizado -o no- los "cientos de opciones" que le brinda la adorable Madeleine? ¿Cree usted que sería cosa de proclamarlo a los cuatro puntos cardinales?
    Pues sepa que ni pregonero, ni almuhecín, ni cantaor de coplas de ciego ha de decir ni mu. Así de reservado es el tosco Apollinaire, famoso por lo poco expuestas que deja a las musas que le alumbran el caletre. Nuca él desamparó a dama alguna, máxime si es bella y talentosa.
    Si usted me dice que da su chance a los planetas en lo que se refiere al influjo que pudieran tener sobre el destino de los hombres (obsérvese que digo "hombres", pese a ser un denodado paladín de los derechos de las mujeres, y que por lo mismo no las quiero ofender regalándoles el oído con simplezas : digo que no digo "los hombres y las mujeres"), le aseguro que no voy a contradecirla y menos a reñirla, aunque en el pasado haya sostenido alguna que otra trifulca con gente crédula que piensa que el astrolabio -y con el la Astrología- marca la hoja de ruta que nos predetermina al nacer a cada uno.
    No obstante ello, le diré que soy un "canceroso" nacido el dos de julio, y que espero su análisis y veredicto de lo que se pueda esperar de este ser atribulado -que despierta cada día maravillado porque vive-, que la lee a usted y que le agrada lo que lee.
    Pero donde este mi Madeleine.
    Un beso para usted, Celia. Sincero.

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  6. Disculpas por un "a" sin"h". Y por unos laísmos de tono menor.
    Explicable: vivo sin vivir en mí.

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    1. Querido: Yo cometo tantas incorrecciones que las tuyas me resultan banales, pero entiendo que para un perfeccionista como tú resulten incómodas. Seguro que nuestros invitados las disculparán, como disculpan las mías.
      He hecho público el "Cuarto poema" que me escribiste, espero no haber pecado de indiscreción. Pero es tan hermoso que no he podido resistir la tentación de compartirlo.
      Mi stock de besos tuyos se resiente, Guillaume. Espero me proveas con prontitud.
      Uno de los míos más largos y cálidos

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    2. Apollinaire in love.17 de octubre de 2013, 14:35

      No te voy a rellenar el stock de besos, amada mía; no voy a hacer como el cabrito del barman de mi bareto X de los viernes, que le pega al garrafón cuando le pido un Manhattan y rellena de "Four Roses" la botella del whisky canadiense preceptivo (estaría dispuesto a perdonarle que lo hiciese con scotch). No, hoy no voy de relleno; pero no te me vas a escapar sin que te diga:
      Te amo, Madeleine.

      Después de eso, besos pa qué.

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    3. "Pa qué", tienes toda la razón. Patidifusa me has dejado, Guillaume, aunque tu declaración es consecuente colofón de mi indiscreta publicación de tu poema.
      Con amor
      Madeleine

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  7. Hola Sol,Con permiso tuyo, al señor Apollinaire que ha tenido la tenido la deferencia de contestarme.Don Apollinaire, he gozado de las conversaciones que mantuvieron Ud y Madeleine y como tal he dicho, el "enredo literario" y la fantasía me introdujeron en ese mundo que ustedes crean y por tal, imaginé una amistad y un encuentro personal en la Casa de Madeleine. Mucho lamento que el humor no haya sido interpretado, porque he corroborado la reacción; seguramente el humor mío debe ser el que le llaman "negro" que suele despertar esta clase de emociones en aquellos que los reciben. Y si Ud, Apollinaire es del 2 de julio y es canceriano y, no - por todos los Demonios, o Brujos o Magos o !- "canceroso" le diré que, aunque tiene toda la libertad de no creer, va muy bien con Madeleine. Por lo tanto, no es de extrañar semejante atracción y le cuento, así en voz baja, que los encuentros no públicos los daba por hechos. Cosa que celebro, porque me parecen el uno para el otro.
    Es evidente que uno no debe entrometerse donde no lo llaman porque corre el riesgo de no ser comprendido.Le deseo toda la felicidad y que podamos disfrutar de esas conversaciones quienes visitamos la casa de Sol-Madeleine.
    Un beso Sol

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    1. Querida mía, no solo no te entrometes sino que celebro enormemente tus siempre respetuosos y afables comentarios. Y estoy segura, Guillaume compartirá mi apreciación.
      Mi casa es toda tuya, así que nunca tengas dudas a la hora de opinar o expresarte como sientas. Un beso enorme, amiga mía.

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