Alamedas desnudas,
mi amor se vino al suelo.
Verdes vuelos, velados
por el leve amarillo
de la melancolía,
grandes hojas de luz,
días caídos
de un otoño abatido por el viento.
¿Y me preguntas hoy por qué estoy triste?
De los álamos vengo.
Ángel González
Este poema pertenece al libro Otoño y otras luces, hasta dónde sé el último poemario de Ángel González. Cuando lo leí me pareció una despedida, y empecé a echar de menos a Ángel, al Ángel que conocí. Ángel González nació en Oviedo, mi ciudad, y cuando volvía de sus estancias en New Mexico gustaba pasear por el Paseo de los Álamos ovetense, junto al Campo de San Francisco, un espacio íntimo para tantas generaciones de ovetenses. Nos dejó en Enero de 2008. Ahora, sin sus palabras, un poco huérfanos.
Siento especial cariño por esta fotografía, en la que estamos en el Pozo María Luisa, en la Cuenca del Nalón. En Asturias.
Siento especial cariño por esta fotografía, en la que estamos en el Pozo María Luisa, en la Cuenca del Nalón. En Asturias.
Que bonito. Me gustaría saber, si es que lo sabes, si se refería a los álamos del paseo ovetense o a los famosos álamos de New Mexico.
ResponderEliminarNi de Oviedo ni de New Mexico, son los álamos que se imaginaba cuando escuchaba a Victoria de los Ángeles cantar, "De los álamos vengo madre, de ver como los menea el viento...". Ponía ese disco en momentos muy especiales, muchas veces amanecimos escuchándolo.
ResponderEliminarSusana Rivera, mujer de Ángel González
Susana, qué alegría encontrarte por Mi Casa. Sé de ti por amigos comunes. Te envío un beso enorme
EliminarHola, Había perdido esta página, pero ya la volví a encontrar. Un beso, Susana
ResponderEliminarHola, Había perdido esta página, pero ya la volví a encontrar. Un beso, Susana
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