Esta obra se titula La regla de oro y supone toda una declaración de principios del pintor Norman Rockwell. Él, que supo interpretar "lo americano" como nadie, que representó la cara más tierna y amable de la sociedad americana, también sus afanes y sus principios, a mediados de los años 60 y en la década de los 70 transforma su pintura en denuncia e increpa a la sociedad americana sobre temas tan dolorosos como la marginalidad, el racismo y la desigualdad. Según mi criterio, en estos años escribe sus mejores páginas. Cuadros como este El problema que nos concierne a todos, firmado en 1964, en el que una niña de color debe ir escoltada al colegio, debió dar qué pensar a sus conciudadanos.
O este dramático Southern Justice, firmado en 1965.
Rockwell hace un manifiesto, a través de su obra, de su defensa al débil, a los marginados. Denuncia la segregación racial y la injusticia. Coloca sobre la mesa la situación insostenible en la que viven unos seres humanos cuya única diferencia es el color de su piel. Y su nivel económico, desde luego.
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Una de sus obras me gusta especialmente. Una familia negra se ha mudado a un barrio de unifamiliares de blancos de clase media. Dos niños negros, una niña y su hermano mayor son observados por un grupito de niños blancos, entre expectantes y desafiantes. La niña lleva en sus brazos un gato blanco que no quita sus ojos de un perrillo de color oscuro que acompaña a los niños blancos. Un prodigio de simbolismo, de ternura y tensión a un tiempo.
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