
También le regaló dulces palabras de romances gitanos, nanas ingenuas para mecer la noche, arias rotundas para mirar al sol sin entornar los párpados. Le regaló la música de todas las palabras de Kavafis, las que tienden puentes para salvar abismos, palabras que construyen murallas pero abren ventanas, palabras que nublan e iluminan, palabras sin antifaz ni guantes. Le regaló las palabras que lloran los niños cuando tienen miedo, las que nombran a Dios, las que se escapan de la memoria cuando la emoción es un torrente que arrasa y no encuentra linde por la que desbordarse.
Le entregó todas las palabras en silencio para que ella se hiciera tirabuzones en el corazón.
Paraules d'amor senzilles i tendres...así son las que escribes.Pero la duda es...cómo se hace para hacer tirabuzones en el corazón?
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