"Adán, Dios y la serpiente. La serpiente, Dios y Adán, Dios, la serpiente y Adán.... Tómalo como quieras pero este triunvirato indisoluble permanece desde tiempos remotos. Sin embargo en esta ocasión el bien y el mal, será cuestionado por Adán con la ayuda de la serpiente que será conciencia de este. Adán hará tambalear a un dios castigador y una serpiente parlanchina cuando toma conciencia de si mismo y de su propia existencia. Ahora Adán ha empezado a pensar..." Este es el argumento de "Prototipo", la última entrega en castellano del autor alemán Ralf König, el dibujante de comics europeo de mayor proyección. Sus obras son adorables.
Desde que le descubrí, leyendo "Lisístrata", no he dejado de seguir su trayectoria y he leído todo lo que se ha ido publicando en España.
Su mundo es el universo gay, pero a mi juicio ese, con ser un dato impescindible, no es más que una anécdota. König habla del amor, la amistad, los celos, la soledad, el desencanto, la angustia, la felicidad ...realmente importa si se trata de gays o héteros? Los sentimientos difieren sustancialmente? Habla de los problemas de la convivencia, de las relaciones entre homos y héteros, de las familias. Sus comics están llenos de inteligencia y de ternura; habla de sexo sin subterfugios, se enfrenta con valentía y una mirada lúcida y crítica al mundo de los afectos y las relaciones, sean homo o heterosexuales. Y con un fantástico sentido del humor que nos hace leer sonriendo y soltar la carcajada cada tres pasos. Nos da a conocer su preferencia por el tipo de hombre tópicamente mediterráneo, grande y musculoso, peludo, un poco rudo, frente a los nórdicos y centroeuropeos, más sofisticados y frágiles. Desnuda como nadie las pasiones y el corazón de los entrañables personajes que circulan por sus páginas. No tiene desperdicio. Enamora.
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