
Último LaChapelle. Como afirma Christian Gauffre en su entrevista al fotógtrafo norteamericano, en la edición de hoy de El País Semanal, estos dos iconos del pop estaban condenados a encontrarse. Y si no pudo ser en vida del cantante, séalo en su muerte.
En su taller, a través de sus artes digitales y su exuberante talento, David LaChapelle nos devuelve a un Michael Jackson transmutado en arcangel e incluso en Cristo. Nada le detiene, y por ello estamos de enhorabuena. Jackson se convierte en icono religioso en sus manos. Se mantiene el lenguaje: barroquismo, provocación, estética kitsch, incluso ese halo glamuroso que impregna toda su obra. Pero hay algo más. Quizá el afán de trascender, de lanzar un mensaje de mayor espiritualidad. No es algo completamente nuevo, nada en las fotografías de LaChapelle era gratuito, sus puestas en escena nos hablaban de un mundo consumista y superficial, de una sociedad vacía, sin valores, que se hundía inexorablemente. Su obra siempre ofrecía varios niveles de lectura.

Parece ser que se ha tomado un tiempo para reflexionar, desde su granja hawaiana, y sin denostar de su obra anterior indaga sobre hacia dónde dirigir su objetivo, a partir de ahora. Debemos hablar al mundo, ser pop, declara en la entrevista a Gauffé, Pop como en "vox populi", la voz del pueblo. Pop como Michael Jackson.....Quiero tocar a gente y comunicarme con ella.

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Ufff...
ResponderEliminarDemasiado bueno.
Ahhh, y se me olvidaba...premonitoria. Vd. llegó primero.
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