Mabel G. Bolaño, Mabel Ladyblues, es la autora de esta colección de fotografías que os ofrezco, una muestra de las 25 instantáneas que cuelga estos días en la Casa de la Cultura de Pola de Siero, Asturias, bajo el título On Stage . Mabel G. Bolaño es una de las personas con más talento que conozco, una de esas raras avis que suman inteligencia y sensibilidad, perfectos transmisores de belleza. Con una cámara, hace magia. Enamorada del blues, bucea en la música y, empapada, nos ofrece imágenes que no son retratos de cantantes y músicos, son siempre algo más: su forma de interiorizar la música, nos devuelve su manera de sentirla.
Koko Taylor, James Cotton, Down Home, Stevie Zee. Raimundo Amador, del que realizó la portada y la galleta de su último disco y un puñado de grupos asturianos, Ilegales, Cohetes, Sangrientos, Los Oricios. "Me gustan las fotos de conciertos porque me ayudan a recordar esos grandes momentos y viajes que me marco siguiendo esta enfermiza pasión. Aunque con la ley del tabaco y tanta prohibición, espero que se hagan los conciertos al aire libre. No concibo no fumar entre shot y shot, tema y tema", Ladyblues dixit.
«En un momento dado, entré en crisis por pura desidia. La fotografía de conciertos no es algo que dé mucho dinero, y terminé cansándome. Estuve sin hacer nada un año y medio, hasta que fui a un festival y llevé la cámara casi por costumbre, pero sin intención de sacar ni una sola foto. De repente, en una de las actuaciones, entró un rayo de luz que iluminó a Willy 'Big Eyes' Smith, un armonicista, y justo entonces apreté el disparador e inmediatamente después me fui corriendo al hotel para tratar la imagen con Photoshop. Esa instantánea fue la que me hizo salir del bache y me animó para coger otra vez los bártulos».
Preciosa foto, sin duda. «Cuando estás con la cámara colgando del hombro, tu percepción del concierto cambia completamente porque buscas el momento exacto, el instante preciso en el que tienes que apretar el disparador. Cuando voy a un recital lo paso mucho mejor si voy sin cámara, pero cuando la llevo conmigo es como si yo también formara parte del concierto, siempre pendiente de captar ese destello. Si no aparece ese momento, o si tú no estás allí para pillarlo, da igual que hagas cien fotos, porque al final no va a servir ninguna». Hay que estar ahí para pillarla, pero hay que saber mirar para reconocerla.
En esta exposición han sido instantáneas de conciertos las protagonistas, pero su cámara no solo adora el blues. Mabel es una extraordinaria retratista. Un botón de muestra para cerrar: Raimundo Amador y su hijo.
Good day for the blues, Mabel.
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