La pintura de Christina Knall

En el número 26 de Hornsgatan, en el barrio donde se desarrolla la trilogía Millenium, de Stieg Larsson (barrio del que os hablé en un comentario anterior), se encuentra la Galería Knall. La obra que se expone pertenece a su propietaria, Christina Knall, y me llamó la atención su carácter, entre naïf y un expresionismo amable, que me recordó algunas obras de Chagall, salvando las distancias.














Como veis, es una pintura alegre y colorista, expresionista en el uso del color, que puede recordar algunos cuadros de Grosz, aunque sin su carga satírica. Os muestro su óleo Café, realizado en 1919. Un tratamiento parecido del color, un interés compartido por las reuniones sociales, aunque el tratamiento caústico de los personajes del pintor alemán, su intencionalidad crítica, poco tienen que ver con el optimismo que irradia la obra de la sueca.


Sus paisajes de Estocolmo me resultaron encantadores, aunque comprendo que no es el apelativo adecuado para hablar de un objeto con aspiraciones artísticas. Pero, inmersa en la belleza de la ciudad, los disfruté.



























Una pintura amable, sin grandes pretensiones, con la que es fácil convivir.