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domingo, 4 de septiembre de 2011

Cristina García Rodero en el Círculo de Bellas Artes


Durante más de cuarenta años Cristina García Rodero, la única fotógrafa española perteneciente a la Agencia Magnum, ha buceado en la realidad y, a través de su cámara, ha intentado fijar la fuerza, la indefensión, la puerilidad, la ternura de los seres humanos.













Durante el mes de Septiembre expone una amplia muestra de su trabajo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Una exposición impresionante, compuesta por grandes formatos, que te sumergen en la Galicia más profunda. Transtempo, es el título de la muestra.























"Cristina se mueve en una geografía de los sentimientos, le gusta trabajar en contextos límite, de ahí que las fiestas sean para ella un tema particularmente requerido. La devoción religiosa va de la mano de muchas de sus imágenes y en ella se sedimentan gestos, rituales y miradas que tocan la alegría y el más profundo dolor, presuponiendo momentos trágicos de pérdida, de enfermedad, o de fragilidad absoluta. Sabe que estos documentos no nos devuelven la realidad. No nos cuentan historias, no son ilustraciones de un relato particular. Transtempo es un metarrelato que recorre con precisión interrogativa un determinado contexto social y geográfico, que lo supera, que lo desborda para regresar siempre a su lugar original”, afirma Miguel von Hafe Pérez, comisario de la exposición.













A su gran calidad artística hay que unir un valor atropológico indudable, aunque quizá esta cualidad se escape al interés conceptual de la fotógrafa. Pero esta galería de usos y costumbres, unida al folklorismo, está presente en muchas de sus obras. En otras es algo más dramático, más oscuro.














Me han impresionado especialmente las fotografías que muestran los ritos funerarios y los vinculados a ceremonias religiosas. Miro las fechas y casi todas están realizadas en los años ochenta. No hace tanto tiempo, y sin embargo la España que retrata, negra, supersticiosa, tristísima, parece provenir de la noche de los tiempos. La serie de niños con ataudes, de la que no encontré ninguna foto para mostraros, es desasosegante.













Una espléndida exposición que los amantes de la fotografía no os deberíais perder.

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