Aunque solo fuera por contemplar la imagen que os muestro en la fotografía, la potencia, la belleza de la obra de Chillida que vigila el mar desde el extremo occidental de la bahía, merecería mil y un veces la pena viajar a San Sebastián. Estos días que disfruto de la capital de Donostia, a principios de otoño, el mar anda revuelto.
Creo que las imágenes hablan por sí mismas. Solo deciros que el viento soplaba con fuerza y parecía rugir a mi alrededor. Fueron momentos mágicos. La belleza es sobrecogedora.
"El Peine del viento es una interrogación sobre el futuro, un homenaje al viento, al que admiro mucho, y a mi pueblo, el donostiarra", confiesa Eduardo Chillida. "Quería crear un espacio de diálogo entre el mar, el viento, el hierro y las rocas. Que el viento entre peinado a la ciudad".
Al golpear del mar contra las rocas y al bramido del viento se une potentísimo el acompasado zumbido de los surtidores por los que se escapa el aire a presión mezclado con agua. Estoy tan fascinada por el espectáculo que me acerco a la barandilla de piedra y, como un pájaro ante una serpiente, quedo hipnotizada por una ola que va creciendo y acercándose, golpea contra la roca, salta y me pone pingando.
A mi espalda la roca desnuda dibuja formas y colores de increíble plasticidad. Mirad los abstractos que os muestro a continuación. ¿No está todo en la naturaleza? Ante El Peine del viento, que la increpa directamente, me lo pregunto. Sin embargo hay veces en que la acción del hombre aporta un plus de significado. Es un riesgo pero a veces, cuando acierta, suceden milagros como este.
Vaya ojo que tienes!!! Me encanta... Saludos!!
ResponderEliminarMe encantan tus fotos del peine del viento!! De hecho estoy busacndo foto de ese lugar para decorar la pared del salón de casa y me preguntaba si vendes tus fotografías. Si estás interesada, mandame un correo a beamushi@yahoo.es.muchas gracias y enhorabuena por tu blog y por tus fotos!! Bea
ResponderEliminarTe las regalo, coge las que quieras!!! Un abrazo Bea
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