"Somewhere", de Sofía Coppola

Somewhere, la última película de Sofia Coppola, León de Oro en el Festival de Venecia del año pasado, no me ha interesado lo más mínimo. Me ha producido una indiferencia tal que por momentos he sentido verdadera inquina hacia la responsable de semejante burbuja de aire. La historia va de un actor de Hollywood que se dedica a nada entre rodaje y rodaje, nada que intenta llenar con alguna copa (no es un alcohólico), sexo y tabaco. O sea, que se aburre. Media película para decirnos que ese señor se aburre. Planos larguísimos del susodicho señor aburriéndose. Un día llega su hija adolescente y Coppola encuentra interesantísimo contarnos que comen helado, juegan al ping pong, se divierten con videojuegos o nadan en la piscina. Y la debacle llega cuando la niña se va al campamento y él se queda solo de nuevo. Entonces llega a la conclusión de que, en sus palabras, él no es ni siquiera persona. Una idiotez supina. El broche final: deja su Ferrari en la carretera, en medio de la nada, y camina por el centro de la calzada no se sabe hacia dónde, aunque claro, se trata de una metáfora de significado profundísimo: el Ferrari personifica la vida de lujos y desenfrenos que llevaba y su caminar hacia horizontes lejanos simboliza su resurrección. Voy a vomitar. Cuanta pretenciosidad para tanta obviedad.

Se lució el Festival de Venecia. Os dejo un trailer.