La La La Human Steps en los Teatros del Canal

Cuando finalizó New Work by Édouard Lock, la última coreografía de la compañía canadiense La La La Human Steps, la Sala Roja de los Teatros del Canal parecía venirse abajo, tal era el entusiasmo con el que el público aplaudía y vitoreaba a los bailarines. Si os soy sincera, no solo nunca había visto a esta compañía en acción, tampoco tenía idea de su existencia. Pero me encanta la danza y la expectación creada ante su llegada a Madrid me animaron a acudir al teatro. Y presencié un espectáculo insólito. La representación se inspira en dos trágicas historias de amor: la de Dido y Eneas, de Purcell, y el Orfeo y Eurídice de Gluck. Al fondo del escenario una orquesta formada por un piano, un saxo, un violín y un chelo interpretan en directo pequeños segmentos de las dos óperas. Todo es un juego de luces y sombras, los bailarines emergen de la oscuridad y danzan en claroscuro, para desaparecer al rato. El ritmo es trepidante.




















Bailan a una velocidad endiablada. Mueven manos, brazos, hombros, cabeza, en un proceso gestual tan acelerado que a veces te parece estar contemplando las alas de un colibrí suspendido en el aire. La técnica de los bailarines me asombró. Y la síntesis entre ballet clásico y danza moderna. "En mis obras se considera que el cuerpo no se puede conocer en profundidad. De alguna manera, la técnica de la danza clásica va en la dirección opuesta, lleva la atención a una línea y a una estructura idealizada. Cuando la sometes a más velocidad, a zonas de sombra u otras "impurezas", el que la observa puede dejarse sorprender por aspectos que desconocía", afirma Lock.

Su lenguaje corporal roza en muchas ocasiones lo eléctrico pero, sorprendentemente, en ningún momento pierde elegancia. Una danza compleja, de precisión milimétrica, a cargo de bailarines excepcionales. Os ofrezco unos minutos.