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martes, 15 de noviembre de 2011
Una tarde de otoño
Las seis de una tarde de noviembre. Me acerco a la ventana y miro la calle. Una boina blanca cubre el cielo, un filo desapacible entra por la rendija de mi ventana cuyas hojas, de madera vieja, no logran encajar. Aquí dentro todo me resulta cálido: la luz amarilla de las lámparas de sobremesa, mis cuadros, las fotografías de gente a la que quiero, mis libros. Escucho la 8ª Sinfonía de Bruckner, Celebidache dirigiendo la Filarmónica de Munich. Mi casa respira dulcemente.
He encendido el ordenador para hablaros de la exposición de Brancusi y Serra que disfruté hace unos días en el Museo Guggenheim de Bilbao. He vuelto a hojear el catálogo y revivido mis sensaciones ante las obras de estos dos grandes de la escultura, dos creadores de belleza, tan distintos y tan próximos, y de repente me he sentido feliz. Por la quietud y el silencio, por la música, por la belleza del arte, por el amor que me rodea, por toda mi vida. Porque pese a todo, pese al ruido de fuera, pese a la fealdad, pese a la ruindad de muchos y el dolor de tantos, estamos en otoño y las hojas del suelo son preciosas, y luego llegará el invierno y el frío traerá la Navidad (me encanta la Navidad) y los árboles serán como esculturas vivas adornando las calles, y habrá más libros, más música, y mi gente cerca, y mi padre diciendo al teléfono: "Hasta mañana, hija" al despedirnos. No quiero nada más.
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Brava! Aunque por aquí en el sur irrumpe una primavera feroz y llena de colores, tu texto me hizo sentir añoranzas de otoño, otoño calmo, hogareño, plácido, que augura días de recogimiento, de lecturas enriquecedoras... Y esa bella foto que corona el poema, bello condimento.
ResponderEliminarGracias Carlos. Te deseo la más feliz de las Primaveras. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarOtoño aquí, primavera allá, verano e invierno en el ecuador y el polo norte, que mas dá si tu casa sigue respirando; así respiramos todos
ResponderEliminarQué bonito, Manolo. Estás inspirado. Muchos besos
ResponderEliminarQue bonito hermana!Me quiero ir a vivir contigo.Te prometo que ni notarás que estoy.Besos.Te quiero
ResponderEliminarYa tardas. Ven cual centella galopante. Yo te quiero más. Besos
ResponderEliminarPodíamos hacer negociete, tipo: "Acérquese a visitar este remanso de paz y buen gusto, acompañados de sus seres queridos o por su cuenta, ambiente hogareño, buena música, se servirán canapés fríos, visitas guiadas con tours cada dos horas, precios reducidos para grupos, se acepta visa o mastercard"
ResponderEliminarYa sabes que me encanta mamá, soy de las que opinan que escribes estupendamente, y que este blog gana enteros cuando te vuelves más personal. Ahora mismo salgo volando para tu casa, que probablemente habrá cola.
Vaya! Se me olvidó firmar, espera
ResponderEliminarLa que nunca escribe.
Magnífico texto,magnífico.Sé de antiguo que escribes perfectamente pero,con el tiempo que a todos nos moldea,te superas de seguido.Creo que es lo mejor que has escrito en el blog hasta ahora,claro;y perfecta foto¡Qué inmensa e impagable fortuna tienes de hablar a diario con tus padres!¡Cómo añoro a los mios!Besos con orbayín desde la Patria Querida,Cucú(Pinzopín)
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