
Ilich Ramírez Sánchez (tal es la verdadera identidad de Carlos) fue el terrorista más buscado del mundo. Revolucionario de extrema izquierda, mercenario a sueldo de los servicios secretos de varias potencias de Oriente Medio, operó en diversos países durante las décadas de los 70 y los 80, hasta que en 1994 fue capturado en Jartúm, Sudán. Desde entonces, cumple cadena perpetua en una cárcel francesa.
La película, en manos del director adecuado, hubiera resultado un triller apasionante. La personalidad del terrorista, los distintos escenarios por los que se movió, los intereses políticos y estratégicos de aquellos días habrían sido merecedores de mejor trato. No es de extrañar que el protagonista de la historia hiciera estas declaraciones desde su cautiverio en Poissy: "Las escenas que he visto me parecen ridículas. Se habla de terroristas y se les convierte en unos hombres histéricos que se ponen a disparar con sus metralletas, amenazando a la gente. Nada fue así. Había gran profesionalidad, se trataba de comandos muy preparados y no de una película".
Os dejo el trailer.
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