!!! Bienvenido ¡¡¡

Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.

viernes, 29 de abril de 2011

La Cuesta Moyano

Me gusta darme una vuelta por la Cuesta Moyano y curiosear en los tenderetes de las librerías de viejo, donde todavía puedes encontrar, si no una reliquia, sí un título sugerente o una edición antigua de un libro querido. Siempre me llaman la atención más libros de los que puedo permitirme comprar, y vuelvo a casa con una cierta frustración. Pero como es mayor el placer que me proporciona manosear volúmenes y meter la nariz entre sus páginas, y me excita la posibilidad de descubrir un ejemplar que me enamore, asequible a mi bolsillo, regreso en cuanto puedo.


Esta tarde, unos días después de la celebración de El día del Libro, no había mucha gente(las mañanas de los domingos de primavera hay que luchar a brazo partido para acceder al puesto) y pude rebuscar a mis anchas. Y encontré una joya: Sol y Luna de España, del periodista y escritor mexicano Roberto Núñez y Domínguez, editado en 1957. Todavía tenía los pliegos sin cortar por su parte superior, señal de que seré yo su primera lectora. De regreso a casa, separo las hojas con un cuchillo (me encanta esta operación; me gusta el polvillo de papel que queda sobre la mesa, incluso que el corte no sea perfecto y el borde resulte irregular) y comienzo a hojearlo. El título de los capítulos no tiene desperdicio: El encanto de Madrid; ¡Ha muerto Benavente!; Chicote en su mágico mundo coctelero; El jocundo imperio de las verbenas; y Los puestos de libros viejos, por ejemplo. No me resisto a reproducir algún párrafo de este último:


"Como todas las grandes capitales europeas, la Villa del Oso y del Madroño cuenta también en su escenografía urbana con el sitio dedicado a la compraventa de libros viejos. No podía faltar en su paisaje municipal esa decoración de los volúmenes callejeros, de acuerdo con su rancio abolorio intelectual (...) Precisamente para dotarla del ambiente apacible propicio para el sibarita ojeo de los volúmenes por los bibliófilos, que constituyen la habitual clientela, se eligió para instalarla una calle libre del hormigueo humano de las zonas céntricas, la de Claudio Moyano, que arranca al final del Paseo del Prado, hacia arriba, hasta rematar en la misma linde del parque de "El Retiro", en la calle de Alfonso XII. Ni aglomeración de peatones ni raudo deslizarse de vehículos hay en ella, por lo que los presuntos compradores pueden con toda tranquilidad dedicarse a la búsqueda del libro que les interesa. (...) A todo lo largo de la acera sur de la calle de Moyano se levantan los puestos de la Feria del Libro Viejo (...) Ante ellos, mañana y tarde, desfilan en incesante caravana los compradores, que son de toda clase y condición social: catedráticos y estudiantes, políticos y obreros, escritores y hombres de ciencia, militares y clérigos, burgueses y poetas, burócratas y menestrales. En los últimos tiempos, por mor de la evolución operada al socaire de los vientos modernizantes, abunda al lado de la clientela varonil la del sexo femenino, en afanoso trasiego del libro dilecto.
(...)
Una cálida mañana estival, después de disfrutar de unas horas de frescura bajo los árboles de "El Retiro", fuime caminando hasta los Puestos de Libros Viejos. Tal vez por lo que caldeaba el sol, no había muchos clientes y aproveché la falta de parroquia para trenzar palique con algunos de los dueños de los expendios callejeros. Al inquirir sobre la clase de libros que tienen la preferencia de los compradores, me dijeron que son, en primer lugar, los que tratan de las cuestiones que apasionan a la opinión mundial, con el tema de Rusia a la cabeza. De los autores extranjeros más buscados son Stefan Sweig y Somerset Maugham, y de los españoles, los novelistas de la época finisecular, Galdós, Palacio Valdés, Pereda, Valera, así como todos los literatos de la famosa generación del 98, los que más privan. De los poetas siguen siendo Bécquer y Rubén Darío, junto con nuestro Amado Nervo, los que más se venden."

Fascinante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario