No deja de ser paradójico que cuando los estudios cinematográficos se vuelcan en grandes superproducciones, espectaculares efectos especiales, cine en tres dimensiones y todo tipo de añagazas para que continúe el espectáculo la película con más papeletas para llevarse un Óscar sea un filme en blanco y negro, y mudo. Lo cual debe llenarnos de esperanza. Para hacer una buena película hace falta poco más que talento, y de eso anda sobrado Michel Hazanavicius. The Artist cuenta la historia de un famoso actor de Hollywood incapaz de adaptarse a las exigencias del sonoro, por lo que se ve abocado al fracaso, la ruina y el olvido. Una joven actriz a la que ayudó en sus comienzos saldrá en su auxilio y logrará rescatarle. El argumento, como veis, no es original ni excesivamente atractivo. Y sin embargo la película resulta emocionante y conmovedora y te mantiene atento la hora y media larga que dura. La comunicación y complicidad que se produce entre el público y la pantalla es tanto más mágica cuanto se establece a través de sentimientos y sensaciones. "En realidad, cuando mentimos lo hacemos con palabras. En silencio es mucho más difícil hacerlo. En este sentido, aunque rodar cine mudo pueda parecer más complicado, es mucho más fácil, más directo. Tan solo enseño la situación y es la audiencia la que hace el trabajo duro de interpretarla. Y así, cada espectador construye su propia película", afirma Hazanavicius.
Una película deliciosa, de la que os dejo el trailer.
Una peli que invita a creer en el amor como fuerza redentora, como motor de cambio, y que habla de él en su sentido más evocador. Quizá lo mejor es que no tiene un planteamiento sofisticado y que cuenta lo de siempre muy bien contado (la vanidad, el orgullo, la caída, el amor, por fin la redención). Una peli sin artificio, exquisita de ingredientes. Pata negra.
ResponderEliminarBueno, y ese perrillo para el que hay que pedir el Oscar al Mejor Secundario... Sudores me entran de pensar en las que se tuvo que ver el director.
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