Según recogen los medios de comunicación, los príncipes herederos de la corona noruega llevan cerca de dos meses recorriendo distintos países asiáticos en compañía de sus hijos, con el objetivo de que la futura reina y sus hermanos conozcan "las distintas culturas y cómo viven las personas en otros lugares del mundo". Unas espléndidas vacaciones, desde luego. Aunque lo realmente sorprendente del comunicado emitido por la casa real noruega es su afirmación de que los herederos no han querido disfrutar de grandes lujos durante el viaje, sino vivir "de la misma manera" que lo hacen los habitantes de los pueblos que visitan.
"Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente"
y seguro, seguro, que han comido y bebido lo mismo. El chiste de la hormiga y el elefante. ¡¡Anda ya !!.
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