!!! Bienvenido ¡¡¡

Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El Roto


El Roto, diario El País, 30 de noviembre de 2011

Angels in America


(...)

"HENRY: Roy Cohn, eres… Te has acostado con hombres, muchísimas veces, Roy, y uno de ellos, o varios, te han contagiado. Tienes SIDA.

ROY: SIDA. Tu problema, Henry, es que estás obsesionado con palabras y etiquetas que crees que significan lo que parece que significan. SIDA. Homosexual. Gay. Lesbiana. Crees que esos nombres te dicen con quien se acuesta uno, pero eso no es así.

HENRY: ¿No?

ROY: No. Como todas las etiquetas, te dicen una cosa y sólo una: dónde encaja un individuo así en la cadena alimenticia, en la jerarquía. No su ideología, o sus gustos sexuales, algo mucho más simple, su nivel de influencia. No a quién me follo o quién me folla a mí, sino quién coge el teléfono cuando llamo, quién me debe favores. Eso es lo que significa una etiqueta. Ahora, para alguien que no entiende esto, yo sería homosexual porque me acuesto con hombres. Pero es mentira. Los homosexuales no son hombres que se acuestan con hombres. Los homosexuales son hombres que, en quince años de lucha, no han conseguido que el Consejo Municipal apruebe una puta ley anti-discriminación. Los homosexuales son hombres que no conocen a nadie y a los que nadie conoce. Tienen cero influencias. ¿Te parece que yo soy así, Henry?

HENRY: No.

ROY: No. Yo tengo influencias, muchas. Puedo coger este teléfono, marcar quince dígitos, ¿y sabes quien estaría al otro lado en menos de cinco minutos, Henry?

HENRY: El presidente.

ROY: Mejor, Henry. Su mujer.

HENRY: Impresionante.

ROY: No quiero impresionarte. Quiero que entiendas. Esto no es sofística, ni es hipocresía, es la realidad. Yo me acuesto con hombres, pero, al contrario que casi todos los demás hombres que lo hacen, yo puedo llevar al tío que me estoy follando a la Casa Blanca, y el presidente Reagan nos sonreiría y le daría la mano. Porque lo que soy depende completamente de quién soy. Roy Cohn no es homosexual, Henry, Roy Cohn es un hombre heterosexual que folla con tíos.

HENRY: Vale, Roy.

ROY: Entonces, ¿cuál es mi diagnóstico, Henry?

HENRY: Tienes SIDA, Roy.

ROY: No, Henry, no. Los homosexuales tienen SIDA, yo tengo cáncer de hígado.

Pausa.

HENRY: Bueno, pues lo que cojones tengas, Roy, es muy serio, y yo no tengo nada que recetarte. En el Instituto Nacional de Salud de Bethesda tienen un nuevo medicamento llamado AZT, que tiene una lista de espera de dos años, en la que ni siquiera yo te puedo meter. Así que coge el teléfono, Roy, marca esos quince números y dile a la primera dama que necesitas un tratamiento experimental para el cáncer de hígado, porque puedes llamarlo cómo coño quieras, Roy, pero todo se reduce a lo mismo: son muy malas noticias."

(...)

Leo fascinada El milenio se acerca, la primera parte de Ángeles en América, del que os ofrezco un extracto abriendo el comentario. Su autor es Tony Kushner, uno de los dramaturgos más importantes del siglo XX, por la que recibió el premio Pulitzer en 1992. La obra fue posteriormente adaptada para una miniserie de televisión, protagonizada por Al Pacino, Meryl Streep, Emma Thompson, Patrick Wilson y Mary-Louise Parker, dirigidos por Mike Nichols, y a una ópera firmada por Peter Eötvös. La traducción de la obra corre a cargo de María de Santiago y Jesús Sarmiento.












“Una fantasía gay sobre temas nacionales”, así definió Tony Kushner su estupenda épica sobre el sida, Angels in America, de seis horas de duración, estrenada en Broadway en 1993. Se trata de un alegato lúcido y sarcástico sobre la hipocresía y la doble moral en la América de Ronald Reagan. Se trata de lo políticamente correcto, y de como el poder define lo moralmente aceptable. Del amor, del miedo, de la cobardía, de la culpa. Los diálogos son brillantes y ágiles, de un humor corrosivo. En la acción se solapan las escenas y los escenarios, la realidad y la fantasía. Una obra compleja y ambiciosa que sin embargo discurre con aparente liviandad. Una obra hermosa.

Esperemos que pronto sea representada en castellano. Os ofrezco un trailer de la serie de la HBO.

martes, 29 de noviembre de 2011

Alvaro García, "Caída"


Caída

Algo hace quien pasa de una luz

a menos claridad, quien surca oscuro

el transitar del aire a menos aire.

Quien se encomienda a algún anochecer.

Quien trata realidades con el nombre

que en la noche, sin más, le sale al paso.

Quien vive en transición. A cada paso

se insinúa el instante de una luz

de la que nadie sabe aún el nombre.

Tan sólo sé que late ahí en lo oscuro,

como la hoguera del anochecer

entabla un parloteo con el aire.

Hasta que apaga el fuego el mismo aire

y es desnudez la estela de su paso:

aflora entonces el anochecer

que la llama ocultaba entre la luz

como si, brusca dueña de lo oscuro,

tomara decisiones en su nombre.

Vivir es intentar ponerle nombre

a las cosas que marchan a su aire.

Y nos acoge un indagar oscuro

en el que es inseguro cada paso.

Las palabras son una escueta luz

que tiembla hasta que vuelve a anochecer.

Anochece tras cada anochecer

y sólo sé nombrarlo con tu nombre,

tú la única certeza, tú la luz;

la melodía que le robo al aire.

Tú, senda sin temor. Contigo paso

por la alegría de un camino oscuro.

Si vamos tú y yo juntos no es oscuro,

no es tan grávido el simple anochecer.

La soledad es así un rito de paso

que se disuelve al pronunciar tu nombre:

se abre una ventana y entra el aire

y es casi el movimiento de la luz.

La luz encuentra luz entre lo oscuro.

Respiro el aire de este anochecer.

Lleva tu nombre y anda con tu paso.


Álvaro García ha recibido este año el Premio Loewe de Poesía por su libro Canción en blanco, compuesto por un único y extenso poema. "El libro es una meditación sobre lo efímero del ser humano, el lugar como tránsito y el amor como una celebración", ha declarado el poeta y miembro del jurado Luis Antonio de Villena. Aún no he tenido ocasión de leerlo, así que os ofrezco un extracto de su poemario Caída, editado en 2002.

El fado, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad


La UNESCO acaba de declarar el fado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. No sé muy bien qué significa esto, ni qué tipo de beneficio le va a reportar, más que el reconocimiento oficial de un tipo de canción y un modo de sentir su música que se ha mantenido vivo en salones y chamizos durante décadas. Adorable fado, con su pésima reputación, música de meretrices y navajeros, tristes canciones de amor y abandono.

El diario El País nos recuerda las palabras de Fernando Pessoa cuando la revista Noticias Ilustradas le pidió su definición de fado: "El fado no es alegre ni triste, es un episodio del entreacto; el alma portuguesa lo concibió porque lo deseaba todo aunque no tuviera fuerza para realizarlo. El fado es la fatiga de un alma curtida, la mirada despechada de Portugal hacia ese Dios en que había creído y que también le ha abandonado. En el fado, los dioses vuelven, legítimos y lejanos".

Dulce Pontes, Misia, Mariza, Ana Moura, preciosas voces alguna de las cuales traje a estas páginas. Pero ninguna como Amalia Rodrigues. Os dejo Lágrima:

lunes, 28 de noviembre de 2011

Wayne MacGregor estrena "Far" en Madrid

Durante una hora presencio hipnotizada Far, la última coreografía de Wayne MacGregor al frente de la compañía inglesa Randon Dance. Aprovechando el Festival Madrid en Danza de este otoño me he embarcado en la aventura de descubrir los nuevos trabajos de dos de los coreógrafos más innovadores de la actualidad: Edouard Lock, de cuyo New Work os hablé hace unos días, y Wayne MacGregor con Far. La sala de los teatros del Canal a rebosar de gente joven, muchos actores entre un público entusiasmado a juzgar por los aplausos y vítores con los que premian la representación.












Digo que supone una aventura para mi porque no conozco lo suficiente el mundo de la danza como para interpretar nada de lo que veo. Así que me dejo llevar y disfruto de su belleza y de la calidad que intuyo. Lo meritorio del trabajo es evidente. Y el espectáculo es suficientemente atrayente para mantenerme en suspenso durante los sesenta minutos.
















McGregor manifiesta sentirse fascinado por las nuevas tecnologías y las aportaciones de la ciencia, e intenta en sus coreografías investigar en las conexiones entre cuerpo y mente. "Tanto el ballet clásico como la danza contemporánea exigen un entrenamiento físico que busca la perfección. La gente va buscando el virtuosismo, quieren controlar el cuerpo sin prestar atención a la mente. Afortunadamente la ciencia nos enseña lo absurdo de esta dicotomía y toma muy en serio la idea de incorporar la cognición", sostiene el coreógrafo en una entrevista realizada por el suplemento cultural del diario El Mundo. Muy probablemente los entendidos descubran en Far el fruto de esas inquietudes. Yo percibí solo belleza. Os dejo un trailer.


domingo, 27 de noviembre de 2011

"Domingo y Delacroix", por Antonio Muñoz Molina


"Hay tanto público para ver las exposiciones que hace falta esperar en cola a que se despejen las salas. La gente aguarda tomando el sol, conversando, descubriendo detalles en esa fachada de ladrillo que se prolonga en una plancha taladrada de hierro, mirando el jardín vertical que ha convertido una pared medianera en una catarata de vegetación. Mientras espero en cola y tomo el sol practico un poco de sociología casera: jubilados, grupos de señoras, parejas jóvenes, parejas jóvenes con niños que juegan por la rampa o que dormitan en cochecitos, madres y padres concienzudos con hijos de diez o doce años a los que esperan habituar a la contemplación del arte.

Un público muy parecido habrá a esta misma hora muy cerca de aquí, en el Prado, en el Jardín Botánico, en el Museo Thyssen, en la Fundación Mapfre de Recoletos; y un poco más lejos en el Reina Sofía, en La Casa Encendida, en el Círculo de Bellas Artes, en la Fundación Juan March. No hablo de oídas. No elaboro ese tipo de especulaciones y vaguedades a las que casi todo el mundo es tan propenso cuando se habla de lo que quiere o no quiere el público, o lo que piden las audiencias, o lo que interesa o lo que vende, lo que los ejecutivos de los medios están tan seguros de saber, y explican con tanto aplomo. En mayor o menor grado, todos se han puesto de acuerdo en decidir que "la cultura no vende", por decirlo con el lenguaje que ellos usan. Algunas veces la entonación es de catastrofismo quejumbroso, matizado de una ficción de nostalgia por tiempos mejores que no se sabe cuáles fueron: la gente ya no lee, ya solo se interesa por la moda o por los chismes sociales, o por picoteos rápidos en Internet, solo quiere basura. Últimamente va extendiéndose un populismo jactancioso, incluso agresivo, en el que no es difícil intuir un matiz de resentimiento: ya basta de tanta literatura, de tanta música clásica, de museos rancios, de tantos libros pesados que nadie quiere ni tiene tiempo de leer, de tanto pelmazo elitista. Atribuir a la gente una ignorancia universal le permite a uno sentirse miembro del club selecto de los que sí saben, o bien sentirse legitimado en su propia ignorancia, en su desgana de aprender.

Carezco de los poderes telepáticos necesarios para juzgar más allá de lo que veo con mis ojos, lo que constato cada vez que voy a una exposición o un concierto o viajo en el metro o miro el correo electrónico o me siento a firmar en una caseta de la Feria del Libro: hay muchas personas a las que las artes y los libros les importan apasionadamente; personas de edades y de gustos muy distintos, muy jóvenes y muy mayores, con estudios universitarios y sin ellos, con curiosidad y amplitud de criterio. No son mayoría: nunca lo han sido. Podrían ser muchas más. Lo serán si mejora el sistema educativo y las condiciones de acceso a los bienes de la cultura, y si los medios acogen y alientan a ese público en vez de actuar como si no existiera o no mereciera ser tratado con respeto. Estos son tiempos difíciles, desde luego, pero lo que hay que preguntarse antes de lamentar el desastre es si ha habido tiempos que fueran mejores."


Este texto forma parte del artículo Domingo y Delacroix, firmado por el escritor Antonio Muñoz Molina, publicado por el diario El País el 5 de noviembre de 2011. Lo suscribo enteramente.

sábado, 26 de noviembre de 2011

"Suzanne", Nina Simone



Preciosa la interpretación que Nina Simone hace de la Suzanne de Leonard Cohen.

Pere Rovira, "Poderes"


Poderes

Al acabar me pides que me ría,

como antes, del mundo,

y que diga que es nuestro,

todo nuestro, con la alegre insolencia

que nos dan las victorias del placer.

Y es cierto, dominamos este valle

blanco y caliente, esta cama

que nos regala un reino

si no abrimos los ojos.

Pero el tiempo insultante, no me deja creer

y me rasga los sueños:

tenemos poca cosa que sea sólo nuestra,

nada más que tu cuerpo y mi frío

escondiéndose dentro de ti.

viernes, 25 de noviembre de 2011

El Roto


El Roto, diario El País, 22 de Noviembre de 2011. La muerte de Javier Pradera me hace recordar la de Eduardo Haro Tecglen, al que aún sigo echando de menos en las páginas del periódico. A ambos, mi agradecimiento.

Abstracción Pictórica, 1949-1969


Pintura gestual, Abstracción lírica, Arte matérico, Tachismo, Expresionismo abstracto ... Tras la Segunda Guerra Mundial y bajo la influencia de la filosofía existencialista, los artistas europeos se decantaron por un informalismo de formas híbridas como reacción a los valores utópicos y experimentales. En la España de Franco y el Este de Europa, donde los regímenes autoritarios imponían sus criterios también en ámbitos estéticos, el informalismo de algunos pintores quisieron simbolizar su ansia de libertad.













Mientras tanto en Estados Unidos la pintura evolucionaba hacia el expresionismo gestual. A los expresionistas abstractos norteamericanos les interesaba sobre todo el proceso artístico y la necesidad de que la pintura reflejara el inconsciente, tradujera sus emociones.



















Artistas como Willem de Kooning o Jackson Pollock daban rienda suelta a su impulso creador a través de técnicas innovadoras a la hora de aplicar la pintura. Además de utilizar el pincel, vertían la pintura sobre el lienzo, lo salpicaban. Guiados por su intuición y por las emociones que el proceso pictórico les deparaba crearon verdaderas obras maestras. Otros, como Motherwell y Rothko, evocaron estados espirituales a través de grandes campos cromáticos.
















El Museo Guggenheim de Bilbao nos ofrece una espléndida exposición, Abstracción Pictórica, 1949-1969, compuesta por una selección de pintura proveniente de las colecciones de la Solomon R. Guggenheim Foundation y la Peggy Guggenheim Collection, además de la propia del Museo. Es una ocasión única de comprobar las afinidades y diferencias de este movimiento a ambos lados del Atlántico y contemplar la obra de un conjunto de extraordinarios pintores con los que en España no estamos especialmente familiarizados.














Entre las 80 obras de más de sesenta artistas que conforman la muestra, he elegido algunas de las que más me gustan. En el encabezamiento, The gate, de Hans Hofmann. Sucesivamente, de izquierda a derecha, Untitled 1952, de Rothko; Mist, de Adolph Gottlieb; Canal, de Helen Frankenthalen; otro Rothko (estoy enamorada de su pintura), Untitled (Black on Gray); Orange, de Ellsworth Kelly; Number 18, de Pollock; Composizione, de Alberto Burri; y Red Lode, de Jack Tworkov. Y cierro con una de las obras que más me han conmovido y que ya había disfrutado en más ocasiones pues pertenece a la colección permanente del Museo, Iberia, de Robert Motherwell.


En el vídeo podéis haceros una mejor idea de la exposición: