Jessica Lange, una fotógrafa en el Niemeyer

"El arte es lo que da cuenta de la vida y la vida, o lo que significa, se halla en todas partes", sostenía Stieglitz. Y captar la vida es lo que ambiciona el objetivo de la actriz Jessica Lange, una más que notable fotógrafa según se desprende de los cincuenta trabajos que expone en el Museo Oscar Niemeyer de Avilés.














Rusia, Finlandia, Minnesota, Italia, Nueva York. Lange no duda en introducirse en ambientes marginales, profundiza en lo más auténtico de cada cultura y plasma personajes, ambientes y formas de vida. Parece hacerse transparente, pasar inadvertida allí donde su objetivo se hace presente. Me han sorprendido estas imágenes, tan alejadas de la vida fácil y entornos lujosos que suponemos inherentes a una estrella.













"Sobre una mesa hay una caja negra colocada de cualquier modo. De una habitación lejana llega un débil alboroto de risas familiares. La caja contiene más de cincuenta fotografías entresacadas de más de una década de trabajo e intrépidos viajes. Al levantar la tapa llama mi atención la imagen de una niña vestida de comunión, girando en la noche. Su cara está en sombra, sumida en la oscuridad, pero los pliegues de su vestido y los volantes de sus calcetines parecen enmarcar la luz", afirma Patti Smith.

















Algunas imágenes tomadas en México me han recordado otras firmadas por Juan Rulfo, que os mostré hace algún tiempo. Una mirada lúcida mostrando la realidad desnuda, pero no exenta de un cierto halo poético. Esa capacidad para apresar el instante, ese modo peculiar de mirar.