Con el Auditorio a rebosar y el público completamente entregado, tuvo lugar hace unos días el Concierto Homenaje a Mario Vargas Llosa en el Auditorio madrileño, a cargo de la Orquesta Nacional de España, dirigida por Miguel Harth-Bedoya, y del tenor peruano Juan Diego Flórez. Es esta la tercera vez que escucho a Florez cantar en Madrid, y en las tres ocasiones ha levantado al público de sus asientos. Seguramente su voz no tenga el recorrido y la potencia de un Pavarotti o de un Domingo, pero tiene una tonalidad maravillosa, de enorme calidez, y una personalidad escénica que le resulta cercana y entrañable al público español.
Disfruté enormemente del concierto, pese a que la Orquesta Nacional de España me resultó muy mediocre. Pero el programa fue bonito y, sobre todo cuando se le calentó la voz, Flórez cantó maravillosamente. Comenzó con una pieza preciosa, Sémele, de Haendel; luego bordó Una furtiva lágrima, Come uno spirito angelico y La Favorita, de Donizetti, y terminó la primera parte con Il popoli dell'Egitto de Meyerbeer. Después del descanso, Paxarín tú que vuelas, de La Pícara Molinera de Pablo Luna; el Te quiero morena, de José Serrano; Je veux encore entendre ta voix, de Jérusalem, de Verdi; Máppari, de Martha, y A mes amis, de Donizetti. Con el respetable enfervorizado, llegaron las propinas, entre ellas las canciones Amapola y La flor de la canela, dedicada especialmente a Vargas Llosa que, sentado entre el público, le agradeció efusivamente el gesto.
Aquí tenéis a Juan Diego Flórez cantando Una furtiva lagrima:
Ya sé que tal vez alguien quiera lanzarme tomates por lo que voy a decir pero, aún así lo diré porque es lo que siento: Juan Diego Flórez tiene una bella voz, quizá la más bella voz de tenor ligero - lírico ligero del momento pero creo que en esta interpretación que ofreció al público de Las Palmas en 2005 (a sus 32 años) no ha estado acertado por los repetidos portamentos que hace, por su regural fiato y por la versión plana que, en general, hace de toda el aria.
ResponderEliminarTanto en La Furtiva lágrima del Elixir de amor como en el Spirto gentil de La Favorita, ambas de Donizetti, cobra su sentido más absoluto la expresión bel canto. Si siempre el cantante ha de ajustarse exactamente a la partitura, en este tipo de obras ha de mostrar lo más excelso de sus sentimientos y traspasarlos al público a través de los mil matices que puede dar su voz.
Oración: Señor, por favor, devuélvenos a Miguel Fleta, Alfredo Kraus y Luciano Pavarotti, aunque sólo sea un poquito y luego te los devolvemos.
Jajajaja, mira que eres!!! Pues a mi me entusiasma!!! Besos
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