Gloria, del director chileno Sebastian Lelio, es una buena película. A ratos cómica, a ratos dramática (como la vida misma), cuenta la historia de una mujer de mediana edad, divorciada, independiente económicamente, con una excelente relación con su exmarido y sus hijos, que decide no quedarse en casa sola, esperando la vejez, y sale a la calle a buscar su pedazo de felicidad. Frecuenta una discoteca donde se reunen personas de su edad y allí establece relaciones con hombres, contactos que fructifican en encuentros sexuales e incluso en una relación sentimental a la que se entrega con entusiasmo. Y cuando sale mal parada de la aventura, en vez de recluirse en su soledad a lamerse las heridas, vuelve a dar a la vida una nueva oportunidad.
Así contada, la temática de la película es ciertamente atractiva. Además, está dirigida con ternura, delicadeza y oficio, y el trabajo de la actriz principal, Paulina García, resulta espléndido. Sin embargo no acabaron de interesarme las peripecias de esta señora, ni me resultaron muy creíbles esas ansias locas de amor y sexo que manifiesta. Pero, insisto, es una buena película que merece la pena ver.
Aquí tenéis el trailer:
Desde luego que no son muy creíbles. Pasados los sesenta (porque la de la peli los tiene, y bien cumplidos), resulta casi surrealista que una señora (los señores no, que somos distintos) ande de picos pardos dándole al Valcinesil (R).
ResponderEliminarAl cine, al cine SÍ.