


"La frase "cualquier hombre puede ser culpable" dicha por un condenado, uno de los primeros hombres con el que tuve oportunidad de hablar (...) fue la puerta de entrada a mi voluntad de entender este mundo. ¿A través de qué entresijos, pantallas, voces o gestos el silencio viaja atravesando el muro invisible que separa a estos hombres de nosotros? Después de todo ¿qué vida, qué cuerpos, qué sueños y pensamientos se tejen allí donde nuestros ojos no pueden llegar?", se pregunta el fotógrafo. Y con su obra se acerca a una respuesta.


Rodrigo Albert, fotógrafo autodidacta, investiga a través de su cámara sobre la memoria, la libertad y el tiempo. Esta última imagen pertenece a su serie sobre mineros. La fotografía como documento y como denuncia. Y una potencia visual extraordinaria.

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