La historia es la siguiente: un día de la década de los ochenta tuvo lugar una reunión alrededor de una mesa entre el artista Anselm Kiefer y un grupo de amigos y colaboradores. Según nos cuenta en el catálogo de la exposición, cuando terminó la comida el mantel parecía un campo de batalla: tazas vacías, restos de platos, migas, manchas. Al contemplar este escenario surgió la idea. A partir de imágenes simbólicas y poéticas recrearía, sobre el mantel, el mito de Jason y los Argonautas. Y su trabajo derivó en esta exposición de 27 obras realizadas en lápiz sobre fotografías que podemos ver en la galería Ivorypress de Madrid.
La historia de Jason y los Argonautas "es un mito que todos llevamos dentro aún sin haber leído nada de él", manifiesta el autor. Una historia que tiene que ver con espíritu de lucha, con superación personal.
Desde el punto de vista estético, me ha gustado el tratamiento de la luz, las texturas, la calidad de las imágenes. Pero lo que más me ha interesado, por encima de su planteamiento intelectual, es su poder evocador, su carga imaginativa, el poder expresivo de los objetos y como un escenario vulgar puede derivar en un mundo complejo dependiendo de la mirada. "De lo insignificante a lo esencial", en palabras del artista.
Desconozco al autor de este trabajo, que nos muestra el estudio de Keifer en Barjac y buena parte de su obra, pero como tanto uno como otra me encantan, os lo ofrezco.
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