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miércoles, 23 de marzo de 2011

Que me despresenten


El 20 de Marzo, en su columna de la última página de El País, Manuel Vicent reflexionaba sobre como, con los años, el cerebro se va saturando de información hasta el punto de rechazar cualquier nueva idea, conocimiento y proyecto, llegando incluso a no admitir nuevas amistades. Muy probablemente tendrá razón, aunque quizá lo que ocurra realmente es que nos volvemos más escépticos por más sabios, y las novedades nos incitan a imitar aquello que mis tíos hacían en el cine Aramo de Oviedo, años cincuenta, cuando antes de la película proyectaban una edición del NODO, aquel "noticiario español" que nos informaba de las sucesivas inauguraciones de pantanos presididas por el Generalísimo. Entonces comenzaban a cantar a voz en grito, con la música del Noticiario: "ya lo vi, ya lo vi, ya lo vi ya lo vi ya lo vi". Los mayores haced la prueba, es divertido y un arma infalible en innumerables ocasiones.

Yo creo no haber alcanzado todavía ese grado de saturación y admitir gustosa a nuevos amigos en mi vida, aunque ya hace tiempo que acaricio una idea cada día más cara. Quiero que me despresenten a algunas personas, que me las despresenten oficialmente, esto es, en un acto al menos tan formal como fue su presentación. "Sol, te despresento a Fulanito de Tal", y desde ese momento quedar eximida de saludarle, contestar sus llamadas o escuchar sus cuitas y opiniones. Poder cruzarme con él sin necesidad de cambiar de acera o hacerme la loca, placer inefable. Lo perfecto sería que en el acto participara el responsable de haber introducido al susodicho en mi vida, pero puede servir cualquier amigo de confianza.

Estos seres de los que me gustaría librarme cuentan con algunos rasgos comunes. Son aquellos a quienes les preguntas correctamente cómo están y van y te lo cuentan, en vez del caritativo "bien gracias"de toda persona civilizada. Aquellos que te lanzan su spich sin interesarse jamás por la salud de tus padres o la situación laboral de tus hijos. Son los pelmas, los quejosos, los soplagaitas. Una plaga de la que necesito librarme cuanto antes.

1 comentario:

  1. Como Groucho con el "Permitame que no me levante", podrías aplicar sencillamente el -Permitame que me despresente- pues me temo que no va a ser facil que te los despresenten los presentadores. Por cierto, ¿que tal tus padres, hermanas, trabajo de los hijos, etc.? No quiero ser de los despresentables(vs impresentables)

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