Es un privilegio contar año tras año con la presencia de Anne-Sophie Mutter en el Auditorio de Madrid. Anteayer nos ofreció una interpretación magnífica del Concierto para violín y orquesta en la menor de Dvorak, que sirvió de inauguración al ciclo de Las Juventudes Musicales, el mismo concierto que había escuchado la tarde anterior a cargo de Christian Tetzlaff y que dejó encantado al público. Pero Mutter es punto y aparte. Su Stradivarius tiene una sonoridad extraordinaria y ella posee ese "ángel" que hace que todo lo que interprete tenga su sello. Lástima que la orquesta no la acompañase, handicap que no sufrió Tetzlaff la tarde anterior. La City of Birmingham Symphony Orchesta es una gran agrupación, mientras que la Orquesta Sinfónica de Galicia sonó chata, monocorde, sin alma. Hubo momentos en los que los vientos impedían escuchar la sutileza del Stradivarius.
En la segunda parte, la 6ª Sinfonía de Bruckner que no logró emocionarme en ningún momento. Adoro a Bruckner ( mientras escribo escucho la 8ª, Celebidache dirigiendo a la Filarmónica de Munich, una de mis favoritas), y llevé muy mal el destrozo.
Aquí os la dejo, interpretando Sarabande, de Bach.
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