Leonard Cohen ya está en Oviedo. Hoy, viernes, recogerá de manos de Don Felipe el Príncipe de Asturias de las Letras. Un premio que en principio desconcertó a muchos, ya que el cantautor es más conocido por su música que por su actividad literaria. Como afirma Diego A. Manrique, "le amamos como el cantor agónico, sacudido por el vértigo de la carne, el vendaval de los tiempos, la ansiedad espiritual". Pero, si escuchamos con más atención, comprobaremos que la música se hermana profundamente con la letra, hasta el punto de que a veces parece surgir de los propios versos. Indisoluble unión.
Conmovedor cantautor, excelente poeta, Cohen además despierta las simpatías del público con su humildad y cercanía, la antítesis del divo. Hablando de su obra literaria (además de los poemarios, cuenta con dos novelas en su mochila, El juego favorito y Hermosos perdedores, reeditados recientemente por Edhasa), en una entrevista publicada por el diario El País afirma: "Hay tan poco tiempo y tanta buena literatura disponible que no voy a recomendar ningún libro mío". Cuanto aprendiz de literato debería emularle. Cuantos responsables de buena parte de los volúmenes que atestan los mostradores de las librerías deberían optar por el silencio.
Su próximo disco se titulará Old Ideas, del que forma parte Oscuridad, el poema inédito que ahora os ofrezco y que recogerá su antología A mil besos de profundidad. Poemas y canciones 1956-2011, que prepara la editorial Visor. Como colofón, el mítico Hotel Chelsea, un homenaje al encantador hotel de Nueva York recientemente clausurado.
"Cogí la oscuridad/ Fue bebiendo de tu copa/ Tengo la oscuridad/ De tu pequeña copa dorada/ Te pregunté ¿es contagioso?/ tú dijiste "Bébetela toda"/ No tengo futuro/ Sé que me quedan pocos días/ El presente no es agradable/ Hay tantas cosas que hacer/ Creía que el pasado se quedaría conmigo/ Pero también está la oscuridad/ Tendría que haberlo visto venir/ Estaba detrás de tus ojos/ Tú eras joven y era verano/ Yo solo tenía que lanzarme/ Conquistarte fue fácil/ Pero el precio fue la oscuridad/ No fumo cigarros/ No bebo alcohol/ Aún no he conocido el amor/ Pero siempre ha sido lo que tú querías/ Y solo la oscuridad/ Tiene para mí sentido/ Antes me guiaba el arco iris/ Y me gustaba mirarlo/ Me gustaba el amanecer/ Pretendiendo que era nuevo/ Pero cogí la oscuridad/ Y es peor que la tuya."
A los adictos a Leonard Cohen, les diré que existe y tengo un libro -Un acorde secreto-( aunque el original inglés se llama Stranger Music)que reune todo el poemario y canciones hasta 1999, es decir prácticamente todo, pues lo último son recopilaciones salvo "ten new songs" del 2001 y "Dear Heather" del 2004. El libro en cuestión, es una maravilla con todo en inglés y en castellano, es una traducción de Alberto Manzano, parece que excelente; Lo recopiló Cohen, con Rebecca De Mornay, y está dedicado por Cohen de su puño y pluma "A Adam y Lorca"; no sé de Adam, pero Lorca es el nuestro y el suyo
ResponderEliminarCurioso esto de no dejar estenderse lo que uno quiera(que te corte el blogger no ellos), bueno solo decir que lo editó Celeste en 1996 y luego en 1998 y no hay mas ediciones. Por cierto Leonard tiene una producción literaria de diez libros de poesias y dos novelas, y musical de doce discos maravillosos y el que vendrá. So Long, Solpau.
ResponderEliminarPor cierto y último, Leonard Cohen pinta bien, pero dibuja del copón.
ResponderEliminarShe fix herself, she said "Well, nevermind, we are ugly but we have the music"
ResponderEliminarSe arregló y dijo "Bueno, qué importa, somos feos pero tenemos la música"
Chelsea Hotel. (Ella era Janis Joplin)
Tu santa filia, que se sabe las canciones de Leonard Cohen de carrerilla gracias a la colección musical de su padre, arriba presente. Chis-pun. Ah!, y nunca escribe en el blog de su madre.