Quizá hablar de Arte Digital sea prematuro. La tecnología es demasiado novedosa para discernir si puede considerarse arte lo que algunos creadores de imágenes consiguen de ella. Pero a mi, supina ignorante en esta como en tantas otras materias, me resulta fascinante.
Os ofrezco algunas que he encontrado en la red y han llamado mi atención. La mayor parte se inscriben en el ámbito de lo fantástico, de lo onírico. Los creadores pertenecen al mundo de la fotografía, la animación y el cine. Artistas de distintas partes del mundo con lenguajes e inquietudes diferentes.
Craig Sellars, a quien pertenece la imagen con la que abro, proviene del mundo de los videojuegos y se ha especializado en ambientes sórdidos e inquietantes. Ray Caesar, uno de los máximos exponentes del surrealismo pop digital, firma los dos trabajos siguientes.
Bobby Chui y Cristiano Siqueira son los responsables de las fotografías que os muestro a continuación. El primero es conocido por su colaboración con Disney, Warner Bros y Star War. Siqueira define así su trabajo: "Todas mis ilustraciones se hacen de modo totalmente digital, utilizando tres técnicas básicas: composición digital, pintura digital e ilustración vectorial. Estas técnicas se mezclan una y otra vez hasta que consigo el efecto deseado".
Sarah Rose Oliver es una joven estudiante especializada en retrato realista. Aquí os muestro tres de sus obras. Daniel Conway se centra en el mundo de la ciencia ficción y los efectos especiales. Abajo, a la izquierda, os ofrezco una de sus pinturas digitales.
Alberto Seveso carece de formación artística, pero ha sido pionero en la utilización de una técnica denominada sperm shaping, combinando imágenes con vectores, creando así un estilo inconfundible. Él firma las dos obras que os muestro a continuación.
El mundo de Marek Okon nos remite al comic, ya sea de novela negra, de ciencia ficción o de terror. Me gusta especialmente su capacidad para recrear ambientes.
El profesor Diego Levis opina que «las herramientas por sí mismas no representan un estímulo para la creatividad personal, pues la capacidad artística depende de factores más profundos que la mera disposición de medios tecnológicos». En realidad, la tecnología no es más que el instrumento. Es lo que sus usuarios sean capaces de conseguir con ella lo que llegará o no a ser considerado arte.
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