De entre las muchas cosas que se han escrito sobre Jorge Semprún, este texto que transcribo, firmado por Costa-Gavras, es lo que más me ha gustado. Ya escribí hace poco que se nos están muriendo las referencias.
"Estamos ante un intelectual a la vez honesto e intransigente, alguien completamente sincero en sus manifestaciones ideológicas y capaz de defenderlas hasta las últimas consecuencias. Y tenía una gran ventaja sobre otros muchos intelectuales de la época: para él, las personas solo contaban por su condición de personas, ya fuera por su calidad humana o artística, pero no por sus expresiones ideológicas o su pertenencia a tal o cuál movimiento. Él, que poseía una visión humanista de las cosas y de la gente, tenía y defendía su propia verdad, y yo aprendí mucho de él respecto a las relaciones entre la política y la vida."
El País, 9 de Junio de 2011
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