!!! Bienvenido ¡¡¡

Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.

viernes, 24 de junio de 2011

"Dublineses". Siguiendo a "Dos Galanes" por la ciudad de Joyce


Para alguien como yo, resulta imposible no seguir el rastro de Joyce en una ciudad volcada a su evocación. Aún más difícil si, como en mi caso, cuando llego aún se escuchan los ecos del Bloomsday. No en vano afirman los irlandeses que si Dublín desapareciera, se podría reconstruir siguiendo los itinerarios y las descripciones que el escritor ha dejado en su obra. Seguir los pasos de los personajes de sus novelas me resulta apasionante. Salvo algún edificio moderno, Dublín conserva su sabor georgiano y victoriano, y nada más fácil que imaginar las calles adoquinadas, escuchar los cascos de los caballos y volar a los primeros años del siglo pasado.

Uno de los relatos de Dublineses, espléndido mosaico sociológico y moral del Dublín de su tiempo, titulado Dos galanes, permite ese recorrido evocador del que os hablaba. Dos hombres jóvenes caminan por Rutland Square una tarde de agosto. Corley, así se llama uno de ellos, va dando cuenta a su amigo Lenehan de sus progresos en la conquista de una joven criada, con la que ha quedado esa misma tarde y a la que tiene esperanzas de seducir. El relato, como todos los de Joyce, es un prodigio de maestría.








El paseo se inicia en Rutland Square, hoy Parnell Sq, al norte de la ciudad, seguramente en la esquina con Rutland Street, calle con la que abro el comentario. Joyce nos cuenta que Lenehan ha pasado la tarde en un pub de Dorset St, algo más al norte, charlando con sus amigos, por lo que deja descansar la lengua e invita a Corley a explayarse relatando sus andanzas. "No hay como una buena criadita", afirma el Don Juan, a lo que Lenehan responde: "Es decir, uno que las ha levantado a todas". Y así llegan al Trinity College y continúan bordeando su reja. A la izquierda, Dorset Street.








"Es una tipa muy decente", afirma Corley mientras bajan por Nassau Street y doblan por Kildare (en el número 30 de esta calle, inmediatamente a la derecha del parque, nació el creador de Drácula, Bram Stoker). Las dos imágenes que os muestro sobre estas líneas corresponden a ambas calles. Cerca del portal de un club que se encontraba en esta calle (ahora podemos ver otro, el Club Nassau, y fantaseo con la idea de que fuera el mismo), un arpista toca descuidadamente la melodía de Silent, O Moyle, una preciosa canción que no me resisto a ofreceros.



Cuando llegaron a la esquina de Stephen's Green con Hume Street, en el sureste de la ciudad, la "criadita" estaba esperando. Llevaba un vestido azul y una gorra de marinero blanca. Balanceaba una sombrilla en la mano. Los amigos se despiden y Corley se reúne con la joven, pero Lenehan no puede resistirse y se hace el encontradizo para poder observarla mejor. Cuenta Joyce que "al acercarse a la esquina de Hume Street encontró el aire densamente perfumado". Saludó levemente al sobrepasarles y los esperó ante el Hotel Shelbourne. Una vez hubieron pasado, los siguió por Merrion St. hasta que los vio subir al tranvía.












A partir de este momento se dedica a recorrer Dublín, haciendo tiempo para reunirse de nuevo con su amigo y conocer el resultado de su cita. Stephen's Green, Grafton Street, Ruthland Square hasta el Mercado Municipal ( en la foto inferior izquierda y, las casas de enfrente en la imagen de la derecha).













Caminó junto a la verja de Stephen's Green hasta alcanzar la esquina con Merrion Street, pasando por delante de la casa donde nació Oscar Wilde (abajo, a la izquierda), en la confluencia de Merrion Square con Merrion St, frente al Memorial que se ha levantado en su nombre. "Cuando alcanzó la esquina de Merrion Street, se detuvo en la sombra de un farol y sacó uno de los cigarrillos que había reservado y lo encendió. Se recostó al poste y mantuvo la vista fija en el lado por el que esperaba ver regresar a Corley y a la muchacha."













Los vio caminar doblando Baggot Street abajo, y les siguió por la otra acera. La joven entró en una casa por la puerta de servicio y, al poco, abrió la puerta principal, se acercó a Corley y le entregó algo, volviendo apresurada a la casa. "La puerta se cerró tras ella y Corley salió caminando rápido hacia Stephen's Green." Lenehan tuvo que correr para alcanzarle. Cuando lo hubo logrado, en la esquina de Ely Place, le preguntó: Bueno, ¿y qué? ¿Dio resultado?". "Corley se detuvo bajo el primer farol y miró torvamente hacia el frente. Luego, con un gesto grave, extendió una mano hacia la luz y, sonriendo, la abrió para que la contemplara su discípulo. Una monedita de oro brillaba sobre la palma".













A la izquierda, Baggot Street, y a la derecha la esquina de Ely Place y Hume St. Una curiosidad: fue en el número 1 de Ely Place donde Oscar Wilde se declaró a Constance Lloyd.

Ver más sobre Dublín.

4 comentarios:

  1. Fantástico paseo dublinés, sol pau, propio de tu genio... tranquilo. Qué despliegue de fotos y de nombres al paso. Me gusta como vas contando a la vez el relato de Joyce: ¿se supone que ella roba esa moneda de oro para su galán? perdona, es que ando un poco espeso.
    Y por cierto, ¿te gusta el café irlandés? ¿y conoces la peli que lleva ese nombre, que creo ques es de Frears, hablo de memoria,y que es excelente?
    Saludos blogueros

    ResponderEliminar
  2. Un lugar para una escapada, gracias por compartir.
    un grato placer pasar por tu casa.
    que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Me alegro que te haya gustado, José Antonio. Disfruté muchísimo haciendo el recorrido guiada por el relato. En cuanto a la moneda de oro, como en tantos otros cuentos, a mi entender, deja el final abierto. ¿Le entrega sus ahorros? ¿Es fruto de un robo a sus señores? A mi me gusta más el primero.
    No recuerdo la película de Frears, indagaré. Muchas gracias y otro abrazo bloguero.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Ricardo. Te aconsejo la escapada, es una ciudad de la que te enamoras enseguida. Disfruta tú también del fin de semana. Un abrazo

    ResponderEliminar