"No hay nada menos real que el realismo. Los detalles confunden. Sólo seleccionando, eliminando, acentuando, llegamos al verdadero significado de las cosas".
Estas palabras son de Georgia O'Keeffe, pintora norteamericana de los años 20, uno de los máximos exponentes del "genuino" arte americano. Junto con otros pintores de su época, como Arthur Dove o John Marin, sostenía que la experiencia del mundo natural es una experiencia espiritual y que la "verdad interior" o esencia de la naturaleza podía hacerse visible en "equivalentes" abstractos. Lo suyo es una especie de simbolismo expresivo en el que partiendo del objeto concreto (una flor, un paisaje) y prescindiendo de la anécdota se acceda a su espíritu.
A esta búsqueda de una estética americana independiente O'Keeffe la bautizó como "the great american thing".
Fue, sin duda, una mujer notable, con una personalidad arrolladora y, según sus coetáneos, de una inteligencia y brillantez poco común. Supo hacerse un sitio en el ambiente artístico de su época, y llamar la atención del que entonces era uno de sus "popes", el fotógrafo Alfred Stieglitz. Su relación comenzaría cuando este descubrió sus paisajes y quiso exponerlos en su galería. Luego la relación se haría más íntima y compartieron la vida hasta la muerte del fotógrafo, aunque Georgia nunca renunció a su independencia.
Me entusiasman sus abstracciones a partir de objetos efímeros, como flores y hojas. Parece concentrarse en una parte del objeto y, ampliándolo, reflejarlo en un solo plano. Me gusta la sensualidad de sus formas sinuosas, la delicadeza de su paleta, su calidez. Algunos cuadros poseen un no sé qué orgánico. En otros logra abstraerse casi completamente del objeto, como en el cuadro que os muestro bajo estas líneas, a la derecha, una capilla seguramente de adobe, creo que de Nuevo México.
"Debo concentrarme en un solo tema ya que tengo la mente de un solo carril", aseguraba la pintora, con la fina ironía que la caracterizaba. En la fotografía que os muestro a continuación la vemos pintando en Santa Fe, un cuadro que parece encerrar toda la luz.
No es fácil poder contemplar su obra en España, de manera que si podéis no dejéis de acercaros a la Fundación Mapfre donde se exponen tres cuadros espléndidos. Uno de ellos, su cabaña, lo he reproducido en otra página, a la que podéis acceder a través del enlace. Los otros dos son los que cierran este comentario.
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LA FUERZA Y LA SUAVIDAD DE LA NATURALEZA
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Me apasiona Georgia, su vida su trabajo..soy pintora tambien. muchas gracias por tu informacion. Lily
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